Otro grito de dignidad en favor de las víctimas del metro

La plaza se ha llenado de dignidad otro día 3. Una dignidad reclamada con el silencio, primero, y con los gritos, después, por los asistentes a la concentración número noventa y cinco delante del Palau de la Generalitat que sigue haciendo oídos sordos ante las reclamaciones de las víctimas del metro.

La plaza quince minutos antes de la protesta, no parecía adelantar el bullicio posterior. La gente iba llegando poco a poco, apurando, hasta que la voz de la presidenta de la Asociación de las Víctimas del Metro 3 de Julio, Beatriz Garrote, ha empezado a hablar. Garrote ha empezado criticando el olvido por parte de las instituciones que sufren y recordando “la falta de seguridad y las negligencias” que causaron el accidente.

Saliéndose del guion habitual, Garrote ha querido compartir los cinco minutos de silencio habituales en recuerdo de los fallecidos en el metro de Valencia con las víctimas del pasado accidente de Spanair y con las mujeres muertas por la violencia machista. La solidaridad con las muertes por violencia de género se ha producido porque la plataforma feminista de Valencia se manifiesta cada primer miércoles de mes en contra de los asesinatos machistas, y hoy coincidía con la concentración por el accidente del metro que se realiza cada día 3 de cada mes.

Durante los cinco minutos de silencio, no se ha escuchado nada, absolutamente nada en la plaza. Al terminar esos minutos de recuerdo, los aplausos han invadido la concentración. Entonces, otra representante de la asociación ha cogido el micrófono para reivindicar la creación de la plataforma estatal REVÉS, que agrupa las distintas asociaciones de víctimas de diferentes catástrofes. “Hemos creado la plataforma para exponer el REVÉS a que se enfrentan los ciudadanos afectados por las catástrofes que son olvidados por el gobierno”, ha indicado.

La concentración ha acabado no sin los gritos de “Fabra dimissió” o “Sí, se puede” de los asistentes. Garrote, que había vuelto a tomar la palabra, ha pedido “un cambio político” para que ocupen las instituciones “políticos horados y que sepan pedir perdón”. Las víctimas del metro siguen esperando y exigiendo responsables por las 43 muertes y los 47 heridos. El Consell los sigue olvidando.