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Los guardias civiles salvaron “un número incalculable de vidas” en la residencia de mayores incendiada en Montcada

Lucas Marco

València —

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Varios uniformados de la Guardia Civil fueron los primeros en llegar a la residencia de Montcada (València) incendiada el 18 de enero de 2022. A pesar de que fallecieron seis residentes, los agentes del instituto armado “lograron salvar un número incalculable de vidas” en un rescate épico de los ancianos, “muchos de ellos con movilidad reducida”, según el informe de concesión de la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, con distintivo rojo.

El informe del Consejo Superior de la Guardia Civil relata el papel de los uniformados: “Accedieron a la zona del incendio sin medio alguno de respiración, con abundancia de humo y con acción directa del calor de las llamas”. Con evidente peligro para sus vidas, formaron una cadena para evacuar a los ancianos: “Cada vez que se procedía a la evacuación de uno de los residentes, los agentes debían tomar una bocanada de aire fresco antes de volver a entrar para evacuar al siguiente”. “Esta operación tuvieron que volver a repetirla en varias ocasiones, llegando alguno de los residentes a morir en manos de los agentes mientras era trasladado”, agrega el informe.

Los uniformados demostraron un “extraordinario valor personal”, además de “iniciativa y serenidad ante el peligro”. El incendio se originó en el ala de grandes dependientes de la residencia, situada en la calle Mayor de Montcada, por un fallo eléctrico. Ante el “humo denso y muy negro” que impedía respirar, los agentes de las primeras patrullas tuvieron que reptar por el suelo: “Carecían de equipos de protección y algunos guardias a lo sumo disponían de una mascarilla Covid”.

Los guardias se jugaron el tipo “a pecho descubierto”, tal como dijo la hija de una de las internas rescatada. El relato de la actuación figura en una sentencia del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 6 de la Audiencia Nacional que ha obligado al Ministerio del Interior a elevar la distinción a uno de los guardias del distintivo blanco al rojo (éste último supone una medalla pensionada con un incremento del salario de forma vitalicia). Otras dos sentencias, referidas a sendos guardias que participaron en el rescate, también han avalado la concesión de la máxima distinción. 

Una actuación “de enorme valor”

Los tres agentes, representados por el letrado Antonio Suárez-Valdés, recurrieron la decisión de otorgarles la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, con distintivo blanco, a diferencia de otros compañeros que obtuvieron el distintivo rojo.

Entraron en una “zona inaccesible, sin medio alguno de respiración” para rescatar a los ancianos atrapados, “todo ello con grave menosprecio de su integridad física ante la salvaguarda de las personas que necesitaban auxilio de inmediato”. Fue una actuación “de enorme valor e iniciativa” y de un modo “altamente profesional en un servicio de manifiesta importancia”, con un riesgo “ineludible de perder su vida”.

La Abogacía del Estado pidió la desestimación del recurso al considerar que los guardias condecorados con el distintivo rojo fueron “objeto de asistencia médica”, un “signo evidente” de su “exposición al riesgo”. La Orden del Mérito de la Guardia Civil premia las conductas de “extraordinario relieve que redunden en prestigio del cuerpo e interés de la patria”.

Las sentencias estiman los recursos al considerar que “se ha vulnerado el derecho fundamental a la igualdad de trato”. Así, los agentes merecen también el distintivo rojo.