Valencia “está llena de joyas”, de rincones no demasiado explorados. La capital encierra enclaves únicos, tiendas singulares y muchos personajes que con sus acciones ponen cara a una ciudad anónima, alejados de los grandes eventos que reinaron en el pasado y abonada a las pequeñas cosas. Pero importantes. Rostros conocidos y desconocidos que dan vida a los barrios, verdadera unidad de división de la urbe.
Parte de esos personajes y de esos lugares quedan reflejados en la 'La nueva guía de Valencia' (Editorial Drassana). Escrita por el comunicador Vicent Molins y el urbanista Ramón Marrades, y con las imágenes de la fotógrafa Eva Mañez, se trata de una hoja de ruta para descubrir Valencia a sus propios habitantes. Aunque pueda ser apta para los turistas, “está pensada para los residentes de Valencia”, asegura Molins. Que tenga un manual de uso en su inicio es todo un síntoma de que quiere ser de verdad una guía, una faro conductor para explorar la capital.
En ella se recogen cerca de 60 espacios y hablan más de 20 personajes sobre esos lugares elegidos por los autores. Edificios singulares, templos de la huerta resistente al cemento, galerías de arte, centros de creación y negocios históricos se entremezclan con la voz de sus protagonistas. De los creadores de 'Wikipaella', pasando por el secretario autonómico de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, Josep V. Boira, y acabando por el comerciante del barrio de El Cabanyal Emiliano García Domene.
“Lugares como el cementerio británico o tiendas de barrio como la Cordelleria Antonio Mañes son algunos de los más especiales que recoge el libro”, apunta Molins. “Creo que hemos sabido recoger espacios míticos bastante conocidos con otros de los que normalmente la gente no suele tener constancia”, asegura. Alternar espacios culturales como La Rambleta o Las Naves con la Barraqueta de Meliana o tiendas únicas como “Discos Amsterdam” parece ser la muestra.
De hecho, la guía se divide en tres grandes ejes. Primero, se habla de los “Paisajes, ágoras y arquitectos”, recogiendo tanto laboratorios creativos como paisajes verdes que se sitúan en los aledaños de la capital. Después de las tabernas, las tiendas y los restaurantes donde comer. Y por último, se hace un viaje por las oficinas y talleres históricos de la ciudad. Descubrir Valencia para sus propios ciudadanos es la intención.