“Si es valenciano me parece correctísimo [que me hablen en ese idioma], pero si es catalán, no”. Así se ha pronunciado este lunes en la Audiencia de Valencia uno de los policías nacionales juzgados por la supuesta detención ilegal, lesiones, amenazas y vejaciones injustas cometidas durante la detención de Miquel Gironés, dolçainer de Obrint Pas, uno de los grupos de música en valenciano, ya retirado, más populares.
La Fiscalía pide 10 años de inhabilitación y multa de 3.000 euros de multa para dos agentes. Para uno de ellos, Ricardo V.C.,1.600 euros más por falta de lesiones, amenazas y vejaciones injustas. Además, solicita 3.180 euros de indemnización para Gironés por los daños morales y las lesiones sufridas. Los hechos enjuiciados sucedieron en marzo de 2013.
Según la acusación pública, los policías se acercaron a Gironés, al que vieron arrojando papeles a la calle, “Oye guarro, ¿te has pensado que esto es una papelera?”, Tras un rifirrafe entre el músico, que se dirigió a los agentes en valenciano, Ricardo V.C dio manotazos al dolçainer al tiempo que decia, “háblame en español, cojones”.
Gironés advirtió a los policías nacionales de que iba a denunciar lo sucedido ante la prensa y la justicia, cuando los agentes decidieron esposarle. Estuvo detenido en dependencias policiales durante cuatro horas. Siempre según la fiscalía, los agentes amenazaron al miembro de Obrint Pas con represalias si hacía público lo sucedido. “Tendrás que marcharte de Valencia”.
Gironés, en la vista, ha descrito la experiencia como la “peor” de su vida, según Europa Press. El músico ha negado cualquier insulto, agresión, resistencia o empujón a los agentes. Asegura que les mostró su DNI y ha descrito el enfado de los policías por su uso del valenciano. “Encima es catalán, valenciano o lo que sea. Es una falta de respeto contestar en valenciano si te hablan en castellano”, asegura que dijeron. Entonces, dice, ya dentro del coche policial, recibió “puñetazos” en la cabeza. “Me puse a llorar y le pregunté qué hacía”, ha declarado Gironés.
La versión de los acusados es radicalmente diferente. Niegan que le llamaran “guarro” -“Dudo de que ningún agente sea tan maleducado a la hora de dirigirse a alguien”- , denuncian las “malas maneras” de Gironés y aseguran que tuvieron que cachearle para hacerse con su documento de identidad. Justifican la detención porque el músico se puso “nervioso”y empujo a uno de los agentes hasta hacerle perder el equilibrio.
Ricardo V.C., el agente acusado de mayor agresividad con Gironés, ha sido preguntado por si su actuación estuvo relacionada con el uso del valenciano por parte del denunciante. “A mí no me molesta que me hablen valenciano, soy valenciano y estoy orgulloso de serlo. Si es valenciano me parece correctísimo, pero si es catalán, no”. “No tengo ningún problema con el idioma”, ha añadido, asegurando que su hija acude a una guardería en valenciano, siempre según Europa Press.