2016 se está convirtiendo en un año crítico para los montes valencianos. En lo que llevamos de año 5.452 hectáreas han ardido en las tres provincias. Solamente el incendio de Artana (Castellón) ha arrasado 1.600 hectáreas de suelo en la Serra d’Espadà, cifra superior a la suma de todos los incendios que se produjeron en la provincia de Castellón en los tres últimos años. El incendio, que por el momento está controlado pero no extinguido, convierte al presente año en el tercer año más catastrófico en la última década, junto a 2010.
Gran parte de la cifra se completa con dos incendios declarados el pasado mes en las localidades de Bolbaite y Carcaixent. Según los datos de la Agencia Valenciana de Respuesta a las emergencias se quemaron 1.535 hectáreas en Bolbaite y en Carcaixent, el perímetro afectado superó las 1.200 hectáreas.
La cifra de la superficie calcinada en la última década es abrumadora. Desde 2007, han ardido en toda la Comunidad 87.231 hectáreas. Respecto al número de incendios, la cifra asciende a 3.812 en 10 años, según los datos del Ministerio de Interior.
El peor año para los incendios forestales fue 2012, en el que se quemaron 57.532,69 hectáreas, fruto de 492 incendios. Dos fueron los principales causantes de que la Comunitat ardiera: el incendio de Cortes del Pallás calcinó 28.643 hectáreas (5.041 de arbolado y 23.602 de matorral) y el de Andina, también en la provincia de Valencia, 19.940 (13.293 de arbolado y 6.647 de matorral). Entre ambos fuegos ardió una superficie similar a la provincia de Andorra y más de la mitad de todas las hectáreas que ardieron en España el año anterior. Ambos incendios afectaron a 9 municipios y le costaron la vida a un piloto tras el accidente de dos helicópteros que trabajaban en la zona de Cortes. 2008 fue por contra el año que menos superficie ardió, con 743 hectáreas consumidas por el fuego.
En 2007, segundo año de mayor gravedad en los incendios en lo que respecta a la superficie afectada, las llamas afectaron a 8.208 hectáreas. De los 379 incendios declarados, el más grave fue el de la localidad castellonense de Les Useres, que afectó a más de 5.500 hectáreas, uno de los históricos más graves. En 2010, equiparable a este año en superficie calcinada, se perdieron 5.617,12 hectáreas bajo las llamas. Los fuegos de mayor gravedad fueron los de Rafelguaraf (Valencia) que afectó a 2.000 hectáreas y el de la comarca de la Vall d’Albaida (Valencia), en las localidades de Ontinyent y Bocairent, que afectó a la línea ferroviaria entre Xàtiva y Alcoi y en el que se movilizaron 400 efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME).