Ignacio Blanco (Algemesí, 1974) fue hasta que las urnas le impidieron volver al parlamento valenciano el rostro de Esquerra Unida. Mediático por sus denuncias contra la corrupción y su buena oratoria, acaba de publicar Botiflers!! (Balandra Edicions), un libro que se presentará el lunes en Valencia y que, justo, recoge sus intervenciones más destacadas en las Corts Valencianes. Prologado por el redactor jefe de eldiariocv, Adolf Beltran, es un reflejo de sus ideas políticas cuando ha vuelto a su plaza de funcionario.
Pregunta. Apartado de la primera plana de la política, ha sacado un libro que parece un decálogo de sus pensamientos políticos. ¿Por qué ahora?
Respuesta. Creo que es el momento en el que se puede contar la historia reciente de la caída del régimen de corrupción y expolio social del PP que duró 20 años. Y también de todos los que lucharon contra él, propiciando un cambio. Considero que repasar la última legislatura es hacer balance de la lucha contra la corrupción, contra los recortes sociales y democráticos, contra la incompetencia de un gobierno que fue incapaz de defender los intereses de los valencianos. Y mis discursos, en cierta medida por tratar temas diversos, reflejaban de algún modo lo que sucedió esos cuatro años.
P. Lo ha titulado Botilfers!! ¿Es un alegato contra lo que ha significado los 20 años de gobierno del PP?
R. Sí. Es una expresión que se identifica con muchos discursos míos, sobre todo con el que pronuncié el día después del anuncio del cierre de RTVV. En esa intervención utilicé, según he comprobado en el diario de sesiones, la palabra botiflers por primera vez en un pleno de las Cortes en sentido político. Y creo que es un término que expresa lo que ha sido la política del PP: antivalenciana, por encima de todo. Botiflers, traidores al pueblo valenciano porque han atacado no solo su lengua y su cultura, sino también su economía.
P. ¿Por qué ha escogido un formato donde lo que se hace es recopilar varios de sus discursos en les Corts?
R. Cuando pensé que podría ser interesante repasar la legislatura, releí los discursos para testar sí podrían tener interés. Y encontré que sí. Los discursos que hacemos los parlamentarios tienen un valor histórico, y estos se quedan entre las cuatro paredes del hemiciclo. Solo los recogéis vosotros, los periodistas. Pero, no de forma completa. Considero que es un género interesante. De hecho, así lo ratifica la apuesta de la editorial.
P. ¿Es una manera de reivindicar su trabajo, y el de Esquerra Unida (EUPV), en el parlamento?
R. No es el objetivo del libro reivindicarme. Pero si de paso sirve para reivindicar nuestro trabajo, el de Esquerra Unida, yo me alegro. Porque, sinceramente, nos hemos quedado fuera de las Corts inmerecidamente.
P. ¿Qué hizo Podemos para emerger, Compromís para sorprender con un gran resultado y EUPV para quedarse a las puertas de entrar en la Cámara autonómica?
R. Podemos era un fenómeno mediático que le permitió conseguir un importante apoyo. Compromís supo generar una imagen de marca, que se les identificara como la oposición de nuevo cuño al PP. Nosotros creo que arrastramos el peso de una marca de la que se pueden sentir orgullosos sus militantes, pero que contaba con un desgaste importante.
P. ¿Poco espacio para los mismos competidores?
R. Había overbooking. Es una lástima que no nos hayamos podido subir al avión del cambio. Creo que se va a notar la falta de Esquerra Unida.
P. De hecho, no les ayudó ni que destaparan la trama Imelsa. ¿Continúa manteniendo que el posible alcance de la trama va a afectar a más de un político del PP relevantes?
R. Absolutamente seguro, porque conozco más de lo que se ha publicado, evidentemente, y porque confío en el trabajo de la Fiscalía Anticorrupción. Es una trama medular, que toca muchos palos. Seguramente alcanzará unas dimensiones desorbitadas.
P. Después de denunciar varios casos de corrupción, ¿volver a su plaza de funcionario no es un cambio a más sosiego? ¿Dónde se sentía más cómodo?
R. Sí, es más sosegado. Lo he pasado muy bien en la política, porque para mí es apasionante. Pero también muy mal, por el estrés, la presión y no poder hacer vida normal como la que puedo hacer ahora. Nosotros teníamos que hacer un trabajo con menos gente y menos recursos. Y ahora estoy motivado con el nuevo reto en el gabinete técnico.
P. Se trata de una plaza que causó cierta polémica porque se ha cambiado desde la Conselleria de Justicia a la de Políticas Inclusivas, que dirige Mònica Oltra. ¿Tiene el cargo una carga política?
R. La única polémica se ha generado en un medio de comunicación que no tiene credibilidad. Las afirmaciones que se han hecho de que me iba como asesor político solo se pueden dar por ignorancia –y esta se cura con información, que yo di rápidamente- o por mala fe. Es un puesto técnico, no estoy como asesor político, ni tengo intención de dejar EUPV como se apuntó.
P. Se publicó que había malestar en EUPV por no consultar con la dirección la decisión, como usted prometió. ¿Por qué no lo hizo?
R. No lo consulté porque el puesto no tiene carga política. La noticia me generó malestar y a mucha gente de Esquerra Unida porque se atacaba mi honorabilidad. La dirección no dijo nada, situación que me dejó un poco decepcionado.
P. En EUPV había también división por no querer hacerse primarias para elegir el candidato, aunque finalmente al integrarse en Ahora en Común, que sí que las hará, se ha rectificado. ¿Considera un error el primer planteamiento?
R. Muy desacertado. Y me alegro que se haya rectificado.
P. ¿Le gustaría que EUPV también estuviera en un posible pacto con Podemos y Compromís, en una candidatura de unidad popular?
R. Me gustaría que no fuera un pacto de tres partidos. Que diera cabida a otras fuerzas de la izquierda valenciana, y que representara los movimientos sociales. Es decir, que representara una unidad popular. El ejemplo de confluencia de Catalunya Sí Que Es Pot es bueno y se debe avanzar hacia él, aunque viendo sus resultados se debería profundizar más por incorporar a actores no solo políticos.
P. El título de su libro es una expresión que usted usó en un discurso sobre RTVV. ¿Qué opinión tiene sobre su tumultuoso proceso de reapertura?
R. No se ha gestionado bien por parte del nuevo gobierno, ya que los partidos que lo conforman lo enfocaron desde un punto de vista electoralista y no de forma seria. La ocurrencia de Puig de decir que se tenía que abrir el 9 de Octubre se quedó en el imaginario colectivo, cuando la fecha no era importante. Tampoco quedó claro el modelo de reapertura, y eso hizo creer de forma comprensible a la plantilla de RTVV y al Comité de Empresa que se asumía la propuesta de retrotraer las actuaciones del ERE. Era un acuerdo implícito de todos los partidos, menos del PP. Entiendo todas las visiones, pero creo que se debe consensuar todo lo posible para no convertir RTVV en un problema, como ahora lo es.
P. Para finalizar, ¿qué nota pone a los primeros cien días del Consell?
R. Un notable alto en gestos, en política de regeneración estética, discursiva. Nos han hecho respirar y sentirnos orgullosos de ciertos planteamientos políticos. Pero aún no me atrevo a poner una nota en la gestión. Cien días no son suficientes para valorar si los anuncios se convierten en realidades.