La libertad de expresión se ve fuertemente perjudicada si no va acompañada de la libertad de prensa; y la libertad de prensa no puede desarrollarse por completo sin unas reglas del juego equitativas. Es una de las tesis que ha sostenido Ignacio Escolar durante el coloquio organizado por Amnistía Internacional, en el que ha participado junto al magistrado Joaquim Bosch.
El director de eldiario.es sostiene que “en España tenemos una prensa plural, donde casi todos los españoles pueden encontrar una prensa que refleje sus opiniones y su visión de la sociedad, pero no tenemos una prensa en la que el terreno de juego sea justo”, en referencia al poder de control que actores políticos y económicos tienen sobre la información. En concreto, con esta frase se refería a la publicidad institucional, un reparto del dinero público que se hace con criterios arbitrarios y opacos.
El Gobierno central se niega a publicar los datos sobre el reparto de publicidad en los medios de comunicación, que se conocen con cuentagotas, e incluso ha acudido al contencioso para recurrir la sentencia del Consejo de Transparencia que le obliga a publicar estas cuentas. “Si repartes el dinero de forma arbitraria estás comprando voluntades, es un daño al derecho a la información”, ha recordado el periodista. “Un daño que sufren todos los ciudadanos”, ha señalado.
La publicidad institucional ha sido la herramienta de los gobiernos para controlar la información, pero no es el único problema de los medios de comunicación. El otro rasgo que ha derivado en la crisis de credibilidad es el control de las élites económicas de las principales empresas de comunicación. Con la crisis, ha explicado el director de eldiario.es “la deuda se convierte en acciones. El principal editor de periódicos es la banca”.
Escolar también ha hecho referencia al uso de los tribunales para hacer persecuciones políticas, una práctica cada vez más extendida con la excusa de la seguridad y desde que se aprobara la 'Ley Mordaza'. “Un juzgado que debería investigar el terrorismo al final se dedica a investigar a jóvenes y cantantes en tuiter”, ha lamentado.
En esta idea y en el desarrollo de la libertad de expresión ha incidido el magistrado Joaquim Bosch, en el turno anterior de intervención. El exportavoz de Jueces para la Democracia ha realizado un retrato básico de las libertadas amparadas en la Constitución y ha cuestionado lo absurdo de las persecuciones a tuiteros. “Es difícil de entender que puedas ir a la cárcel por hacer chistes de Carrero Blanco”, ha señalado el magistrado.
Bosch, firme opositor a la 'Ley Mordaza', estima que la normativa fue aprobada en respuesta a las grandes manifestaciones en la calle, al considerar el Gobierno al ciudadano que protesta como “el enemigo” -así se refirió el jefe de Policía a los estudiantes que se manifestaron en la 'primavera valenciana'- y que las críticas al poder son molestas. “Cuanto más se limita la libertad de expresión, menos democracia encontramos”.