El Institut Català de Finances reduce la quita a Prensa Ibérica al 46% mientras el valenciano IVF perdona el 70% de la deuda

La operación por la que Editorial Prensa Ibérica se ha hecho con el control del Grupo Zeta ha sido posible gracias a una importante quita que la banca ha realizado sobre los 99 millones de deuda del holding de Antonio Asensio. El interés de la banca privada por dar viabilidad a un proyecto editorial, apuntan desde las entidades financieras que lideraron la negociación, les ha movido a perdonar el 70% de los créditos y ha obligado a posicionarse a los dos bancos públicos presentes en el pool bancario entrampados. Y lo han hecho de manera diferente, según la información recabada por eldiario.es.

Mientras el Institut Valencià de Finances se ha sumado a la ventajosa propuesta de la banca privada al editor Javier Moll, el Institut Català de Finances ha mantenido una negociación con Editorial Prensa Ibérica que ha reducido la quita del 70% al 46%. Y como una gesta lo han vendido en el banco público catalán, según cuenta el Diari Ara, ya que celebran que han podido recuperar 6,8 millones de los 12,6 de deuda inicial.

En el caso valenciano, la negociación no ha sido tal, puesto que se ha asumido perdonar 1,3 millones de los 1,9 de deuda inicial. Una deuda que venía motivada por la financiación de la imprenta que el Grupo Zeta tenía en Biar (Alicante) y que imprimía el Periódico Mediterráneo de Castelló, medio que ahora pasa a manos de EPI, que también edita Levante-EMV y Información de Alicante.

De hecho, desde la Conselleria de Hacienda y el IVF se puso la maquinaria a pleno rendimiento para aprobar un reglamento que permitiera al banco público valenciano hacer quitas como la banca privada. El pasado 15 de marzo, el pleno del Consell aprobó un decreto para que el IVF pudiera funcionar como un banco en el cobro de deudas y días después se firmaba el perdón de la deuda a Editorial Prensa Ibérica.

Desde el ICF recuerdan que en este tipo de quitas a gran escala la gran banca arrastra a los demás acreedores, pero en su caso han conseguido “salvar” el 54% de la deuda, mientras los demás se han conformado con el 30%. Al parecer, en un primer momento en el banco público catalán se iba a seguir la misma estrategia de seguir a la gran banca (CaixaBank, Santander, Sabadell...), pero finalmente se optó por negociar y conseguir casi tres millones más de dinero público de lo previsto inicialmente.

¿Hubiera podido el IVF recuperar más dinero público valenciano en caso de apretar en una negociación como ha hecho el ICF?