Retrasos en los pagos de becas y estancias lastran la investigación valenciana

Uno de los sectores más afectados por los recortes durante los años de la crisis ha sido el de la investigación, lo que propició una fuga de cerebros que el Consell del Botànic tenía la intención de revertir. El pasado mes de mayo, el president Ximo Puig presentaba el plan GenT y anunciaba una inversión de 61 millones de euros para frenar el éxodo de jóvenes científicos e intentar atraer a alguno de los 1.300 valencianos que entre 2011 y 2015 emigraron para investigar o trabajar en universidades, empresas o institutos especializados en el extranjero.

Sin embargo, los investigadores valencianos siguen enfrentándose a día de hoy a trabas para poder desarrollar su trabajo y ampliar sus conocimientos. Un ejemplo de ello son los problemas con las becas de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte. De los dieciséis programas convocados este año, tan sólo han resuelto cuatro, apenas un 25% del total, lo que mantiene a los científicos de la Comunitat Valenciana pendientes de proyectos que ya deberían estar desarrollándose.

Así, muchos investigadores que solicitaron en enero una beca para una estancia en el extranjero (tres o seis meses), todavía no saben nada en septiembre. Una de estas científicas relata cómo solicitó una de estas ayudas por doble vía -Conselleria y Ministerio- para una estancia de tres meses en Holanda entre julio y septiembre y no fue hasta el 25 de junio cuando desde el Ministerio le comunicaron la aprobación provisional de su solicitud: “El problema es que el día 1 de julio tenía que estar allí y si te lo confirman con tan poca antelación no puedes realizar toda la tramitación y organizar el traslado, porque no tienes tiempo”.

“La solución, tenerlo todo preparado y, en mi caso, estar dispuesta a marcharme aunque la convocatoria no estuviera resuelta y esperar allí para completar todos los trámites cuando te la concedan. Eso sí, con todos los gastos a mi cargo si se hubiera dado el caso”, apunta al tiempo que explica que todavía está pendiente de que la conselleria resuelva un proyecto emergente que también solicitó.

No obstante, hay quien no puede permitirse marcharse sin tener confirmadas las ayudas. Los solicitantes de estos programas comentan cómo no todo es tan fácil como que te concedan el proyecto y marcharte. “Tienes que cumplimentar toda la documentación, contactar con un investigador de origen -con el que te tienes que comunicar varias veces para explicarle que retrasas tu llegada por problemas administrativos, con la imagen que das-, buscar alojamiento, dejar tu trabajo aquí organizado, y eso si no necesitas visado, como pasa por ejemplo con Estados Unidos”, explica otra afectada, pendiente de la resolución de una solicitud de estancia de tres meses en Escocia.

Además, estos programas suelen ser anuales, de modo que tienes hasta el 31 de diciembre para justificar las ayudas: “Si son de tres meses y la resolución se publica en noviembre apenas tienes un mes para hacer el trabajo y justificar las ayudas, con lo que muchos investigadores acaban renunciando a las becas”. Lo que lamentan es que no se trata de grandes cantidades para la Administración pero que a los solicitantes les permiten abordar nuevas vías de investigación que después pueden desarrollar en España: “En las estancias podemos estar hablando de unos 1.500 euros al mes más 600 euros para los gastos del viaje”.

Con un problema similar se encuentran quienes están realizando o quieren desarrollar su tesis doctoral: “Conselleria se comprometió a sacar dos convocatorias de contratos predoctorales que todavía no ha publicado, y estamos en septiembre, así como también hay doctorandos pendientes de ayudas a la movilidad con estancias de 3 ó 6 meses en el extranjero que también están pendientes de resolución”, denuncia una licenciada que lamenta la incertidumbre que estas actuaciones provocan, con la gente esperando “y nadie te dice nada”.