Justicia restaurativa en las cárceles: 16 presos de Picassent y Alicante condenados por delitos graves dialogarán con sus víctimas para pedir perdón

Lucas Marco

19 de mayo de 2021 22:30 h

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El perdón y el reconocimiento del daño causado a las víctimas complementa, aunque sea simbólicamente, a la justicia penal. 16 internos del centro penitenciario de Picassent y de la cárcel de Alicante participan en un taller que prepara encuentros con sus víctimas, a imagen y semejanza de la vía Nanclares que propició diálogos entre arrepentidos de ETA y sus víctimas y familiares. El taller se desarrolla en diez sesiones preparatorias en las que la asociación de mediación CONCAES prepara a los presos para el encuentro con sus víctimas.

El proyecto de 'Diálogos restaurativos' incluye a condenados por delitos graves que cumplan condenas de prisión y hayan mostrado su arrepentimiento y su intención de reparar, al menos simbólicamente, el daño causado. Sólo están excluidos aquellos internos condenados por violencia de género o que sufran patologías psiquiátricas.

En Picassent se han incorporado al programa dos internos condenados por delitos de lesiones, uno por robo con fuerza y otro por robo con violencia, dos condenados por homicidio y uno por asesinato. En el centro penitenciario de Alicante participan ocho internos, cuatro hombres y cuatro mujeres, tres condenados por asesinato, dos por homicidio, uno por lesiones, por robo con fuerza y por tráfico de drogas.

A medida que avanza el programa y se determina qué condenados están preparados, los mediadores contactan con las víctimas para ofrecerles la posibilidad de participar en un encuentro restaurativo, de manera voluntaria y confidencial, acorde al Estatuto de la Víctima.

En caso de consentimiento, CONCAES también trabajará con las víctimas, en una o varias sesiones, a fin de preparar el encuentro, última fase de la Justicia restaurativa, que se produce en presencia del mediador, en el ámbito penitenciario o fuera de él, según el deseo de la víctima. El programa cuenta con una doble vertiente: la reinserción de los penados y que las víctimas puedan ser escuchadas, más allá de su experiencia en el juicio. 

“Con este programa partimos de la idea de utilizar el diálogo como un beneficio para ambas partes, de un lado, la víctima, quien tiene la oportunidad de expresar las consecuencias sufridas por un determinado delito; de otro lado, la persona infractora, quien puede ser más consciente del daño causado, expresarse, responsabilizarse y reparar, bien a su víctima si ella así lo desea o a víctimas indirectas y a la comunidad”, explica la entidad encargada de la mediación. 

Los talleres 'Diálogos Restaurativos’ comenzaron a impartirse en 2016 pero solo para aquellos penados a condenas alternativas a la prisión o los que se encontraban en tercer grado, última fase de la ejecución de la condena privativa de libertad. 

Tres años después se produjo un salto cualitativo al introducir la mediación en el interior de las prisiones para delitos de carácter grave. Los talleres de Justicia Restaurativa comenzaron aquel año en los centros penitenciarios de Sevilla, Valladolid y Burgos. En esta última cárcel, se produjo un llamativo encuentro entre un atracador de bancos y el director de una de las sucursales en las que robó propiciado por la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, con quien el preso se había carteado.

A lo largo de 2021, Instituciones Penitenciarias tiene previsto extender los 'Diálogos restaurativos' a cárceles de 14 comunidades autónomas además de las prisiones de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. 

En el caso de la Comunitat Valenciana, según explica el director general de Reformas Democráticas y Acceso a la Justicia, José García Añón, la Generalitat Valenciana está tramitando un convenio con Instituciones Penitenciarias que permita la colaboración en el proyecto de justicia restaurativa desde la perspectiva de la competencia sobre víctimas que ostenta el Ejecutivo autonómico.