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“Valencia ya es una ciudad muy atractiva”

Marrades, Máster en geografía económica por la Universidad de Utrecht (Holanda) y colaborador de eldiario.es,es miembro de Urbego (ciudad en esperanto), una plataforma para jóvenes profesionales del urbanismo integrada en la International Federation for Housing and Planning (IFHP), un think tank sobre el urbanismo con sede en Copenhague.

Marrades, con otros colegas europeos, trabajará durante tres días con jóvenes valencianos. Su objetivo será aplicar por primera vez el Índice de Participación Joven en las ciudades, una herramienta científica que intenta descubrir cómo la seguridad, la movilidad o la tecnología marcan la relación de los menores de 35 años con las ciudades, en este caso, Valencia. Entrevista con el, posiblemente, mejor urban economist joven de la Comunitat Valenciana, aunque como él mismo reconoce, “hay pocos o ninguno”.

¿Qué es Urbego?

Es una plataforma international de Jóvenes urbanistas (urbanismo en el sentido amplio: politólogos, economistas, ingenieros, arquitectos, sociólogos, urban planners, etc.) que forma parte de la International Federation of Housing and Planning. Hacemos proyectos de corta duración con un enfoque in situ y colaborando con agentes locales (normalmente instituciones o la universidad), el formato suele ser el de workshops con objetivos específicos formando y colaborando con estudiantes y profesionales locales. Hemos estado ya por toda Europa y pronto también en Medellín y Singapur. Somos una quincena de personas de alrededor del mundo rodeados de una red más grande de profesionales.

¿Por que Urbego arranca en Valencia?

Lo que arranca en València es la aplicación del Índice de Implicación de los jóvenes adultos en la ciudad (Youth Engagement Index), un proyecto que evalúa, de forma tanto perceptiva como objetiva, cómo participan los jóvenes en su entorno más inmediato, la ciudad donde viven. Analizaremos la implicación política, económica y cultural-cívica.

Esto lo empezamos en València porque nunca habíamos hecho nada en España (a pesar de que soy de aquí), la parte académica del proyecto la hacemos en colaboración con la Unitat de Investigación en Economía de la Cultura del profesor Pau Rausell y tenemos el apoyo que necesitamos por parte de la Universidad y la administración municipal (InnDea). Luego durante el World Urban Forum aplicaremos la misma metodología en Medellín y la presentaremos.

¿Cómo este trabajo de Urbego mejorará la ciudad?

La participación tiene efectos positivos en la salud democrática, la identidad o la diversificación económica (la hiperespecialización suele ser fruto de decisiones centralizadas). Entender como los jóvenes adultos se implican, que factores influyen en su decisión de estudiar aquí o emigrar fuera, si ven que su ciudad es un buen escenario para emprender su negocio etc, nos puede ayudar mucho a hacer políticas públicas inteligentes para una ciudad más inteligente.

¿Qué cambiaría para hacer atractiva Valencia?

València ya es una ciudad muy atractiva. Es el destino europeo preferido por los estudiantes erasmus y cada vez más ciudadanos de fuera vienen a instalarse aquí. Eso no ha cambiado e incluso ha aumentado con la crisis económica. ¿Por qué pasa? Porque la calidad de vida es posible que tenga cada vez más peso como motor económico, porque gente de determinado perfil (normalmente formados y altamente móviles) eligen primero el lugar dónde vivirán antes que el empleo y buscan espacios dónde se sienten cómodos, con bajas barreras sociales de entrada, aunque luego su mercado y su trabajo les lleve a otro sitios de manera temporal. Lo que probablemente habría que hacer es entender esos factores propios y casi espontáneos de atractivo y trabajar a partir de ellos. La workshop que vamos a hacer nos ayudará a encontrar respuestas en esta línea.

A Valencia le falta un relato, dicen sus colegas de La Ciutat Construïda en eldiario.es. ¿Cuál sería su storytelling para Valencia?La Ciutat Construïdastorytelling

Vícent Martínez sabe mucho más que yo de eso y ha ido dando pistas en el blog. Para mi debería girar alrededor de (1) espacios verdes con alto valor económico (el jardí del Túria, l’Horta, l’Albufera; (2) zonas de dinamismo en los centros históricos (Ciutat Vella, Patraix, Campanar, Benimaclet, Cabanyal, Russafa); (3) la calidad de vida como motor de atractivo económico; (4) la capacidad valenciana de innovar social y colectivamente (L’economia del COmboi); (5) el aprovechamiento productivo de los espacios urbanos infrautilizados.

Las ciudades horizontales -estilo EEUU-, ¿son cosa del pasado?

El problema de las ciudades horizontales es que consumen un montón de recursos, dependen del coche privado y generan mucha menos interacción social y económica (que a la vez es el origen de la innovación). Aquí se generaron muchos suburbios durante el boom inmobiliario con el resultado que ya sabemos y siendo ya un modelo obsoleto. La manera Mediterránea de hacer ciudad apuesta por contra por la densidad, el espacio público, la interacción, los distintos usos entremezclados, etc.

Valencia es una ciudad hiperiluminada, dice usted. ¿Ventajas e inconvenientes?

Hay una confusión clara entre iluminación y seguridad cuando los estudios empíricos sobre el tema no demuestran que más luz signifique reducir la inseguridad. Es mucho más práctico trabajar el espacio público desde el diseño urbano, el uso ciudadano y el espacio comercial que lo vigila.

Benidorm. ¿Una horterada del desarrollismo o ejemplo de ciudad sostenible y bien pensada?

A mi Benidorm me flipa. Puedo entender las críticas sobre el desarrollismo y, sobre todo, las críticas a su exageración. Lo que sí es cierto es que Benidorm es más sostenible que meter a toda su población en chalets unifamiliares (por gestión de recursos y residuos), tiene un relato potente y es un éxito indiscutible de demanda.

¿Que necesitan los jóvenes para ser atraídos por una ciudad?

A responder esta pregunta nos va a ayudar el proyecto del Youth Engamenent Index. Pero hay algunos elementos que ya tenemos claros: una ciudad atractiva para los jóvenes debe permitir que puedan satisfacer sus deseos y expectativas profesionales, sociales y afectivas. Tiene que ver con la existencia de espacios de encuentro, con la tolerancia, con la posibilidad de desarrollarse en un puesto de trabajo interesante o montando su propio negocio. Las ciudades más atractivas son aquellas que permiten ganarse la vida pero los factores estrictamente económicos no son los únicos, ni los más importantes, también influye la existencia de una oferta interesante de cultura y ocio, las posibilidades de conocer gente afín, el respeto por la diferencia etc.

Los jóvenes ya no compran coches. ¿Deben ser repensadas las ciudades para peatones o ciclistas?Deben ser repensadas las ciudades para peatones o ciclistas

La movilidad es un elemento crucial para las ciudades de hoy. El coche, como la casa en propiedad, es un elemento que te ata al lugar donde lo tienes. Para una generación cada vez más móvil el coche ha dejado de ser prioritario y los jóvenes prefieren invertir (cuando puede hacerlo) en otras cosas, como los estudios de postgrado o los smartphones. Un buen sistema de transporte público y de movilidad blanda es imprescindible para atraer turistas y residentes temporales. Es además más sostenible, dinamiza el espacio público y mejora la cohesión social.

Marrades, Máster en geografía económica por la Universidad de Utrecht (Holanda) y colaborador de eldiario.es,es miembro de Urbego (ciudad en esperanto), una plataforma para jóvenes profesionales del urbanismo integrada en la International Federation for Housing and Planning (IFHP), un think tank sobre el urbanismo con sede en Copenhague.

Marrades, con otros colegas europeos, trabajará durante tres días con jóvenes valencianos. Su objetivo será aplicar por primera vez el Índice de Participación Joven en las ciudades, una herramienta científica que intenta descubrir cómo la seguridad, la movilidad o la tecnología marcan la relación de los menores de 35 años con las ciudades, en este caso, Valencia. Entrevista con el, posiblemente, mejor urban economist joven de la Comunitat Valenciana, aunque como él mismo reconoce, “hay pocos o ninguno”.