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El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se enfrenta este viernes a su peor momento político desde que iniciara su carrera como cachorro de las Nuevas Generaciones de Alicante y joven alto cargo del Ejecutivo de Eduardo Zaplana. El jefe del Consell comparece a partir de las 11:30 horas ante las Corts Valencianes para intentar explicar su gestión antes, durante y después de la DANA que arrasó más de 70 municipios valencianos y que ha costado la vida a más de 215 personas, además 16 desaparecidos, el pasado 29 de octubre.
Para recuperar la iniciativa política y la credibilidad ante la sociedad que le hizo presidente hace menos de dos años, Mazón intentará que el grueso de su intervención se centre en la reconstrucción. En el futuro. Pero lo que todo el mundo, incluido su partido en toda España, está esperando es que aclare el antes y, sobre todo, el durante. Mazón no suele rehuir el cuerpo a cuerpo y se siente cómodo en el choque, por lo que este viernes intentará mostrar una cronología de los hechos que lo exima de su presunta dejación de funciones.
Y es que, durante los días previos, su equipo de comunicación –así como el de agitación y propaganda– ha estado martilleando a los medios con el argumento de que la presencia de Mazón en la toma de decisiones el día 29 de octubre “no era necesaria”. “No tiene por qué estar presente en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), esas reuniones las preside la consellera de Justicia, Salomé Pradas”, repiten. Pradas seguro que será una de las personas que pague el precio político de la polémica gestión y que le servirán de cortafuegos. Pero también lo hará su consellera de Industria y apuesta personal, Nuria Montes, quien con toda probabilidad será apartada del Consell, en su caso por su falta de empatía con las víctimas.
El 'durante'
Sobre el durante, Mazón repartirá responsabilidades a diestro y siniestro, como ha venido haciendo desde que se despertara del shock tres días después de la catástrofe, alentado por su equipo y el PP de Alberto Núñez Feijóo. El Ministerio de Transición Ecológica, la Confederación Hidrográfica del Júcar, la ley de l'Horta del anterior gobierno de izquierdas y hasta Aemet y sus previsiones. Cabe recordar que en su lista de culpables del impacto de la DANA ha llegado a estar la Unidad Militar de Emergencias (UME), que tuvo que salir a desmentirlo. El presidente volverá a sacar a la palestra a todas estas instituciones como responsables, aunque la realidad es tozuda y tendrá difícil justificación. Las grabaciones del Cecopi, la documentación presente en el mismo y hasta los correos electrónicos desmienten la versión que el equipo del presidente está difundiendo en los últimos días.
Lo más complicado de su comparecencia, porque se tendrá que desnudar, serán las cinco horas que estuvo en blanco el día de la DANA. Desde las 14:30 horas en las que terminó su última reunión pública con sindicatos y patronal, hasta pasadas las 19:30 horas que llegó al Cecopi. De estos momentos solo se sabe que estuvo comiendo con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle ser directora de À Punt, y que habría estado al corriente de todo. No se sabe el resto y no se ha dado una explicación plausible, ya que, el retraso en aparecer en el Cecopi fue clave en la toma de decisiones anterior y posterior.
Mazón también aireará, ya lo ha hecho con algún mensaje con la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Rivera, los mensajes o llamadas que tuvo con hasta cuatro ministros y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la tarde noche de la DANA. La ayuda que le ofrecieron, la que pidió y cómo veía la situación esa noche. Lo acreditado documentalmente es que, el día 29 a las 22 horas, la Generalitat solo había requerido la participación de la UME en la provincia de Valencia para ayudar en los rescates. A las 14 horas ya había desaparecidos y a las 17 horas ahogados en varios municipios. Sea como fuere, el señalamiento de Mazón y el PP a Teresa Ribera amenaza su puesto de comisaria en la Unión Europea. El primer dimitido de la trama Gürtel no fue ni Francisco Camps ni Luis Bárcenas ni mucho menos Esperanza Aguirre. El primero que tuvo que dejar la política fue el ministro socialista de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.
El 'antes' y el 'después'
Sobre el antes, Mazón intentará defender que el legado del Gobierno del Pacte del Botànic fue nefasto y que la Agencia Valenciana de Emergencias era “un chiringuito”. La comparación de la gestión de la DANA de 2019 por parte de Ximo Puig y la de Mazón en 2024 complicará la vida al presidente de la Generalitat, quien también ha demostrado en la alerta roja del pasado miércoles y jueves que las cosas se pueden hacer de manera diferente. Este jueves, el propio Mazón cerró los colegios y mandó hasta tres alertas a los móviles de los ciudadanos para que se resguardaran. En la última, centrada en las zonas más afectadas, pidió a los vecinos que subieran a las plantas superiores. ¿Qué hubiera pasado el día 29 de octubre con una reacción de este tipo?
Pero donde Carlos Mazón centrará su discurso será en la reconstrucción. En el día de mañana. Para ello desgranará los 100 millones de euros que invertirá en la reparación de las líneas de metro y de las carreteras de competencia autonómica. También pondrá en valor los hasta 6.000 euros de ayuda por afectado, que están llegando a cuentagotas, y los rescates y trabajos de limpieza. El Mazón gestor. De momento, la Generalitat valenciana ha comprometido 250 millones para la postDANA. El Gobierno de España más de 12.000.
La comparecencia de Mazón en el parlamento valenciano arrancará a las 11:30 horas, una hora y media después de la hora habitual de las sesiones de control al presidente de la Generalitat. El jefe del Consell se podría estar guardando la carta de la crisis de Gobierno a las 9 de la mañana para tomar la iniciativa en la jornada. Aunque desde su equipo lo descartan y deslizan que las destituciones y el anuncio del nuevo gobierno las hará el sábado. Llamativo, puesto que este viernes Carlos Mazón puede estar defendiendo que toda la responsabilidad es de la consellera Pradas, porque él no dirige el Cecopi, mientras ella le observa desde los escaños del Consell en la Cámara autonómica. Más que reseñable, cruel.