Bertrand Mazurier (París, 1962) regenta desde hace cuatro años Solo Queso, una pequeña y coqueta parada en el mercado de Russafa donde vende quesos sólo españoles y vinos para acompañar sus delicatesen, compradas, prescindiendo de intermediarios, a productores artesanales.
Ahora, Mazurier, que lleva instalado en España desde 1999, ha conseguido cierta celebridad: desairó a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, al negarse a darle la mano y aceptar su propaganda electoral. “Su gestión ha sido buena para sus bolsillos pero mala para los demás. Se gasta para presumir pero las infraestructuras dan pena. Deja un ayuntamiento hiperendeudado y además el PP recorta en sanidad y educación”, asegura.
“Simplemente, no quería hacer el paripé de saludarla”, dice Mazurier, que sólo recuerda una visita de Barberá al mercado de Russafa fuera de periodo electoral. “Las condiciones del mercado dan pena pero parece que no hay dinero para mejorar”. Mientras, la recuperación que vende Mariano Rajoy no se nota en esta parte de Valencia. “Cada vez viene menos gente, aunque yo aguanto porque tengo una clientela fiel que en gran parte viene de fuera del barrio”.
Mazurier dice, en tono jocoso, que está pensando en cambiar el nombre de su establecimiento: “Solo queso, nada de chorizo”. Confiesa ser votante de Compromís, pero niega que su iniciativa haya estado manipulada por ese partido, al que Barberá acusa de reventar, de manera organizada, alguno de sus actos públicos. “Sólo quería manifestar que siento vergüenza de algunos políticos”. Y en este corto vídeo se puede ver como expresó su enfado.