“Están haciendo apostasía de la Transición”, ha acusado este miércoles el diputado Luis Santamaría en las Corts Valencianes a los promotores de la Ley de Memoria Democrática y por la Convivencia, durante el debate de totalidad del texto legal presentado por el Gobierno del Pacto del Botánico. Según el PP, que ha visto rechazada su pretensión de que el proyecto de ley fuera retirado, las alusiones de la norma a la doctrina de Naciones Unidas la colocan en contra de la Ley de Aministía y de los pactos políticos que se establecieron hace 40 años.
El PP no ha recogido la invitación al diálogo que ha formulado la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, al presentar una ley que, no solo pretende exhumar más de 300 fosas comunes existentes en territorio valenciano de la Guerra Civil y la dictadura para identificar a 11.000 víctimas tanto del franquismo como de la represión republicana, sino que prevé la recuperación del derecho “a la verdad, la justicia, la memoria y la reparación”.
La ley, que crea un Instituto Valenciano de la Memoria Democrática, reconoce a las víctimas directas e indirectas, de acuerdo con los criterios de la ONU, prevé la retirada en un año de todos los vestigios y símbolos franquistas que queden y la incoporación al sistema educativo de la memoria democrática para “cerrar las heridas” y poner en evidencia la verdad.
“No hay una sola alusión al gobierno del Frente Popular y sus abusos”, ha insistido Santamaría para sostener que se trata de una ley que olvida a una parte y promueve “una visión sesgada” de la historia. Tras aludir a los represaliados por sus creencias religiosas, a las víctimas de las checas y a los fusilados en zona republicana, el diputado del PP, en una de las réplicas, ha llegado a asegurar que “el Frente Popular cambió el callejero como Joan Ribó”. El parlamentario ha indicado que los republicanos pusieron a las calles nombres como los de Máximo Gorki, UGT o Pablo Iglesias. “Eso es lo que hicieron y lo que vuelven a hacer”, ha insistido en alusión al alcalde de Valencia.
La comparación de Santamaría se ha producido el final de un tenso debate con las diputadas del PSPV-PSOE Mercedes Caballero; de Podemos Llum Quiñonero, y de Compromís Marian Campello. Por su parte, Rosa García, de Ciudadanos, ha defendido la posición de su grupo de abstenerse en la votación, lo que no le ha ahorrado críticas por parte del PP.
La socialista Mercedes Caballero ha asegurado que los populares “se sienten incómodos” con la ley de memoria democrática porque mantienen reminiscencias franquistas en su actuación. Le ha recriminado a Santamaría que hablara del golpe de Estado de Franco como del “alzamiento nacional” y le ha recordado que, en plena democracia e incluso con la ley de la memoria histórica en vigor, Rita Barberá, la fallecida exalcaldesa de Valencia, impidió durante años que se exhumaran los restos de un represaliado de la dictadura en el cementerio de Valencia.
Llum Quiñonero, de Podemos, ha afeado al PP valenciano su postura cuando los populares no han tenido problema en apoyar en Cataluña la nulidad de las condenas de los tribunales franquistas y ha apostado por no perpetuar “el silencio de los pactos de la transición”.
Marian Campello, de Compromís, ha recordado al PP varios casos de exhibición de símbolos franquistas de sus juventudes y de cargos o militantes del partido. “Eso solo les ocurre a ustedes, es 'made in PP”, le ha reprochado. Ha sido entonces cuando el diputado del PP ha acusado a Ribó, que es también de Compromís, de actuar “como el Frente Popular”, cuando cumple la ley estatal de la memoria histórica que establece la retirada de símbolos y el cambio de nombres de las calles y plazas que se refieran al franquismo. “Gracias a ustedes”, ha replicado la diputada, “en Alicante el barrio de Miguel Hernández se ha vuelto a llamar barrio de José Antonio”. Aludía a que un recurso del PP logró que, por una cuestión de forma, se anularan los cambios de nombre de las calles en esa ciudad.