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Así acogía el franquismo a los nazis: la afinidad de Falange y las Juventudes Hitlerianas con vivas al Führer

4 de diciembre de 2021 22:52 h

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El documento oficial de Falange Española Tradicionalista y de las JONS permanecía abandonado en el Archivo Municipal de Manises (Valencia) hasta que dos investigadores locales lo rescataron recientemente. “En nombre de la delegada nacional de la Sección Femenina, camarada Pilar Primo de Rivera, tengo el gusto de transmitirte el agradecimiento por todas las atenciones que has tenido con nuestras camaradas de las Juventudes Hitlerianas, que han pasado unos días entre nosotros”. Así se dirigía la secretaria provincial de la Sección Femenina, Isabel de Castellví, a la jefa local de Manises el 3 de junio de 1941.

Los historiadores Salva Espí y Pepa Moraga han catalogado durante casi tres años más de 4.000 documentos del partido del yugo y las flechas en la localidad valenciana, cuna de la cerámica. La documentación —“fabulosa”, según Espí— abarca todo el periodo de la dictadura, incluyendo la inmediata posguerra en la que Falange ostenta un poder descomunal, como muestra el catálogo del archivo.

Las “muchachas alemanas”, según relata el diario Levante el 14 de mayo de 1941, fueron recibidas por Adolfo Rincón de Arellano, esposo de Isabel de Castellví, y visitaron la Escuela de Mandos de la Sección Femenina en Godella, en un acto al que también asiste el “jefe del Partido Nacional-Socialista en Valencia, señor Tarrach” y un representante del arzobispo, además de otros jerarcas locales del franquismo. “También asistieron las secciones españolas masculina y femenina de las Juventudes Extranjeras del Reich”, cuenta Levante, un diario en manos de los falangistas tras la entrada de las tropas franquistas en Valencia dos años antes. A las jóvenes alemanas las reciben con “grandes muestras de simpatía, manifestadas en vivas y aplausos”. 

Antoni Morant, profesor de Historia Contemporánea de la Universitat de València, es autor de una completa tesis doctoral sobre los vínculos entre la Sección Femenina de Falange y las organizaciones de mujeres nazis alemanas. “Esta visita, de casi siete semanas, es una de las más importantes entre la Sección Femenina y las organizaciones de mujeres del partido nazi entre 1937 y 1943”, explica Morant a elDiario.es.

Las representantes nazis fueron acogidas por los máximos dirigentes en Valencia de la Falange masculina y femenina, el matrimonio formado por Adolfo Rincón de Arellano e Isabel de Castellví y Trenor, de linaje nobiliario (Casilda de Castellví, hermana de la dirigente falangista, fue fusilada en Barcelona durante la Guerra Civil por su papel en el espionaje franquista). Por su parte, las jóvenes alemanas formaban parte de la Academia de Mandos de las Juventudes Hitlerianas: “Era una visita de alto rango”, dice Morant.

El historiador destaca el “contexto de incontestable dominio de Alemania sobre la Europa continental” en el que se desarrolla el intercambio. “Las visitas”, agrega Antoni Morant, “son una demostración de afinidad ideológica”. “Falange es el representante español del universo fascista, comparten la creencia de formar parte de una cultura política trasnacional e ideológica común más allá de sus propias fronteras”, sostiene el investigador.

Las “camaradas alemanas” también visitaron la biblioteca de la Universitat de València, que custodiaba los libros requisados a la intelectualidad republicana, y la sede de la Central Nacional-Sindicalista. En Manises pudieron recorrer una fábrica de cerámica, “siendo obsequiadas con preciosas muestras”. La delegación también visitó el castillo de Sagunto y una exposición organizada por la Asociación de la Prensa. En el templo de la Virgen de los Desamparados fueron obsequiadas con un dibujo del pintor José Segrelles del dictador Francisco Franco. 

La tercera jornada incluyó una visita de las jóvenes nazis a Alzira, Sueca y la Albufera, donde almorzaron invitadas por el Ayuntamiento de Valencia. Por la tarde, se acercaron al Museo de Bellas Artes y, ya por la noche, asistieron a la representación de la ópera Madame Butterfly en el Teatro Principal.

La visita también incluyó contactos con los compatriotas de la colonia alemana en Valencia. De hecho, en una visita a la redacción del diario Levante participó el entonces cónsul de Alemania en Valencia, el empresario Máximo Buch (abuelo del exconseller de Economía del PP del mismo nombre). Durante el vino de honor ofrecido por el director y el subdirector del periódico, se brindó “por la grandeza de Alemania y de España”.

La última jornada en la ciudad, la delegación pasó por la Lonja y la Catedral de Valencia y, después de comer, abandonaron Valencia en dirección a Alicante. El diario falangista describía así la partida: “Fueron despedidas por algunas autoridades, jerarquías del Movimiento, todos los mandos de la Sección Femenina y afiliadas, Juventudes Alemanas en Valencia y compatriotas. Al ponerse en marcha el autobús fueron dados vivas a Alemania y a su Führer”.

Una “muestra sincera de amistad”

El historiador Antoni Morant analiza en su tesis doctoral los intercambios entre la Sección Femenina de Falange y los cuadros de las organizaciones nazis y destaca la clara preferencia del partido fundado por Jose Antonio Primo de Rivera por la Alemania de Adolf Hitler. “Pilar Primo de Rivera visita seis veces Alemania en cinco años y la Italia fascista en dos ocasiones”, asegura.

“Probablemente fuera la jerarca falangista que más veces visita Alemania, muchas más que los ministros de Asuntos Exteriores”, agrega Morant, quien incide en que los viajes no son “un paripé diplomático” sino una “muestra sincera de amistad y afinidad ideológica”. El investigador Salvador Espí destaca, por su parte, el “machismo y el paternalismo franquista a lo bestia” que se desprende de la documentación sobre Falange que han catalogado en los fondos del Archivo Municipal de Manises.

Las visitas también se producen en el “marco más amplio de la política cultural exterior” del régimen nacionalsocialista, explica el historiador. En los intercambios entre ambas organizaciones tuvo un protagonismo muy relevante Clarita Stauffer, de origen alemán y muy amiga de Pilar Primo de Rivera, cuyo papel está “muy poco estudiado”, según Morant. Stauffer participó en la ruta de las ratas que permitía, a través de España, la huida de criminales de guerra nazis (y también de fugitivos croatas, entre otras nacionalidades). De hecho, fue la única mujer cuya extradición reclamaron los aliados en 1947 (petición que el régimen franquista rechazó).

El investigador rastreó archivos en España, Alemania e Italia y rescató abundante material gráfico de la revista Y de la Sección Femenina, disponible en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional, incluidos los crucigramas con esvásticas que publicaba. Aunque Falange ostentó en la posguerra su máxima influencia en la jerarquía franquista, “nunca tuvo un poder omnímodo” y los camisas azules se vieron obligados a compartirlo con los estamentos militares y eclesiásticos, con el ministro Ramón Serrano Suñer como hombre fuerte. 

Los fondos documentales más comprometedores para Falange fueron en parte destruidos a lo largo la dictadura (a partir de 1943 en hogueras). Tras la caída de Mussolini en Italia, “hubo un miedo enorme y en los días posteriores constan conversaciones de Falange tratando de ver cuál era la ruta de escape más rápida de Madrid”. No hizo falta: una vez eliminado parte del rastro de la colaboración con el nazismo y neutralizados los falangistas, el régimen franquista se mantuvo hasta la muerte del dictador.

El documento oficial de Falange Española Tradicionalista y de las JONS permanecía abandonado en el Archivo Municipal de Manises (Valencia) hasta que dos investigadores locales lo rescataron recientemente. “En nombre de la delegada nacional de la Sección Femenina, camarada Pilar Primo de Rivera, tengo el gusto de transmitirte el agradecimiento por todas las atenciones que has tenido con nuestras camaradas de las Juventudes Hitlerianas, que han pasado unos días entre nosotros”. Así se dirigía la secretaria provincial de la Sección Femenina, Isabel de Castellví, a la jefa local de Manises el 3 de junio de 1941.

Los historiadores Salva Espí y Pepa Moraga han catalogado durante casi tres años más de 4.000 documentos del partido del yugo y las flechas en la localidad valenciana, cuna de la cerámica. La documentación —“fabulosa”, según Espí— abarca todo el periodo de la dictadura, incluyendo la inmediata posguerra en la que Falange ostenta un poder descomunal, como muestra el catálogo del archivo.