Familias, profesores y diferentes colectivos educativos han reclamado este domingo “salvar” la escuela concertada y han pedido la dimisión del conseller de Educación, Vicent Marzà, en una multitudinaria concentración en la plaza de la Virgen de Valencia que se ha caracterizado por su ambiente festivo y reivindicativo.
Los asistentes a la concentración, convocada por Escuelas Católicas y la Fundación San Vicente Mártir Colegios Diocesanos en defensa de la libertad de elección de centro escolar, han llenado la plaza de la Virgen durante una hora, donde se han mostrado carteles “por la libertad e igualdad” en la educación.
En uno de ellos se exponía una imagen del conseller de Educación boca abajo, como “represor de la concertada”, y en una pancarta se leía: “President, si gobierna Compromís, no nos sirves”.
En la concentración han participado entidades como Feceval y Concapa, los sindicatos FSIE y USO, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, y representantes políticos del PP, como el europarlamentario Esteban González Pons y la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y de Ciudadanos, como su portavoz en la Comunitat Valenciana, Fernando Giner.
Según los organizadores, más de 40.000 personas han asistido a la concentración, que ha recibido “20 autobuses de Alicante, seis de Castellón y gente de Murcia”, y que ha estado animada por los pasodobles de una banda de músicos voluntarios de la concertada.
18 aulas menos en centros concertados
La presidenta de Escuelas Católicas, Vicenta Rodríguez, ha explicado a los manifestantes que el próximo curso habrá 18 aulas menos en centros concertados y más de una veintena que no se han concertado a pesar de tener la ratio suficiente.
Ha asegurado que la red pública de centros, la concertada y la privada “pueden y deben convivir”, porque la educación y la libertad de enseñanza es un derecho recogido en el artículo 27 de la Constitución Española.
Según Rodríguez, en la Comunitat Valenciana hay 290.000 alumnos de escuela concertada, y cada uno de ellos “le cuesta la mitad” al Estado, y ahorra más de 6.000 millones anuales al Gobierno.
Ha ofrecido la experiencia de la educación concertada, “pionera en extender la educación a colectivos excluidos, en épocas convulsas”, para un pacto educativo “buscando el único bien de la educación”.
El presidente nacional de Escuelas Católicas, José María Alvira, ha recordado a la sociedad y especialmente a la Administración que la sociedad es “plural, democrática” y en ella “caben todos los proyectos educativos”.
La presidenta de Concapa, Julia Llopis, ha leído un manifiesto de los padres por la libertad de educación, en el que ha destacado la labor social de la concertada, un tipo de educación, ha dicho, que atiende a “familias necesitadas”, de calidad y a la que asisten alumnos de familias “humildes y trabajadoras”.
Respaldo del PP y Ciudadanos
Isabel Bonig ha afirmado que “no se trata de confrontar un modelo, la pública contra la concertada”, sino que “se trata de respetar el artículo 27 de la Constitución que da derecho a los padres a elegir libremente el tipo de educación” de sus hijos, ha manifestado.
La popular ha indicado que este modelo fue impulsado por el PSOE en 1984 y que “a lo largo de estos años se ha ido mejorando y dando una educación de calidad”. Asimismo, ha destacado que el PP “apoya a la concertada y a la pública; queremos igualdad de oportunidades para todos, estudien en pública o concertada. Hay que gobernar para todos”.
Dar “la espalda” a los padres
“Después de esto viene el tema de inmersión lingüística, cuando los valencianos siempre hemos convivido con las dos lenguas cooficiales y hoy se manifiestan también colegios cien por cien públicos, donde el PP implantó el plurilingüismo que el señor Puig y la señora Oltra han quitado como es el caso de Alzira”, ha indicado en referencia a un colegio que no ha precisado.
Por su parte, el portavoz autonómico de Ciudadanos, Fernando Giner, que también ha asistido, ha asegurado que el Consell “debe velar porque nuestros hijos reciban una educación pública, gratuita y de calidad, pero no de espaldas a los padres, como está haciendo Marzà”.