El esfuerzo y la redistribución de la riqueza vía impuestos ha sido premiada por el Gobierno de España después de las constantes reclamaciones de presidentes autonómicos como el valenciano Ximo Puig, quien en su gobierno con Compromís y Podemos ha impulsado una reforma tributaria para subir a los ricos los impuestos transferidos. Del tramo de 4.200 millones de euros para afrontar la caída de ingresos tributarios por la COVID-19 del global de 16.000 que distribuirá el Ejecutivo a fondo perdido, una de las autonomías más beneficiadas ha sido la valenciana, que recibirá un 2,3 % más que su peso en la economía española, según datos del Ministerio de Hacienda a los que ha tenido acceso eldiario.es.
Por su parte, Madrid, que recibirá más fondos de otros tramos de los 16.000 millones por el impacto sanitario o la caída del transporte metropolitano, es la más penalizada por sus prácticas de dumping fiscal, sobre todo en impuestos que benefician a las grandes fortunas como Patrimonio o Sucesiones y Donaciones. De los 4.200 millones por el hundimiento tributario, la autonomía que dirige Díaz Ayuso recibirá el 16%, cuando por su peso en la economía española debería haber ingresado un 20,9%.
Este bloque de 4.200 millones atiende a la disminución de ingresos por los impuestos cedidos no sujetos a liquidación (el impuesto de trasmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, el impuesto especial sobre determinados medios de transporte y los tributos sobre el juego). Por este concepto, la Generalitat Valenciana prevé disponer de unos 518 millones, unos cien millones más si se fijara la representación en la economía, mientras que Madrid ingresará por este concepto alrededor de 672 millones, 200 millones menos que si tuviera una fiscalidad más progresiva.
La Comunitat Valenciana, tras su reforma fiscal de la pasada legislatura, ha alcanzado un esfuerzo fiscal del 1,22 % del PIB, mientras que en la Comunidad de Madrid esa solidaridad fiscal es del 0,76 % del PIB, según el promedio elaborado por la Conselleria de Hacienda para las tasas del juego, Transmisiones Patrimoniales, medios de transporte y Actos Jurídicos Documentados, este último impuesto en la actualidad sufragado por los bancos.
Desde 2017, el dumping fiscal de Madrid ha provocado que grandes patrimonios que viven en la Comunitat Valenciana hayan cambiado su residencia de manera ficticia para ahorrarse los impuestos de Patrimonio o Sucesiones. Gracias a la colaboración especial entre la Agencia Tributaria y la Agència Tributaria Valenciana se ha podido cazar a 22 grandes fortunas valencianas evadiendo impuestos al cambiar ficticiamente de domicilio a Madrid. Solo en el ejercicio de 2017 se recuperaron casi 15 millones de euros y hay decenas de actas abiertas.