Esta semana no es nada original escribir sobre la igualdad entre mujeres y hombres, sobre la visibilización y empoderamiento de las mujeres, sobre la sororidad, o incluso sobre la corresponsabilidad. No es nada original y, sin embargo, es necesario porque nuestro futuro pasa por la igualdad.
Hace un año, tras el histórico 8 de Marzo , publiqué en este mismo medio el artículo “ Nueva Era para la Igualdad ”, un grito a la complicidad de la sociedad para que igualdades y desigualdades no desparecieran de la actualidad una vez pasado el 8 de marzo. Porque sabemos de sobra que si algo no se comunica no existe, y por lo tanto se invisibiliza, y las mujeres no podíamos permitirnos que la visibilización de nuestra lucha quedara oculta para la agenda mediática.
La realidad del deseo que expresé en aquel momento es agridulce. Es cierto que esa “nueva Era” que comenzamos a dibujar hace un año se ha mantenido con alguna repercusión mediática pero solo en momentos puntuales. Desde las instituciones, unas más que otras, hemos desarrollado el relato de la defensa de la igualdad entre las personas. Este año, se han multiplicado los premios, las distinciones, las acciones. Fuimos noticia por el Consejo de Ministras, por el gobierno feminista. Hemos aumentado los referentes femeninos en lugares que antaño estaban incluso vetados, pero cuando sigue siendo noticia que en la Comunitat Valenciana tengamos dos rectoras en nuestras universidades es porque todavía queda demasiado camino por recorrer.
Y ese camino hacia un futuro feminista, amenazado por los partidos involucionistas y la testosterona de sus dirigentes masculinos, lo debemos recorrer juntas. Hace unas semanas mientras releía “Todos deberíamos ser feministas” , de la autora Chimamanda Ngozi, y quizás por la alerta antiinvolucionista del momento me llamó la atención su afirmación de que “hay hombres que se sienten amenazados por la idea del feminismo”. ¿Alguien concibe que una persona se sienta amenazada la igualdad? No puede entenderse en términos democráticos porque ¿cómo podemos decir que vivimos en una sociedad democrática si la mitad de la población vive en condiciones de desigualdad? No es aceptable pero sí se ha convertido en una reflexión real si una observa al “tripartito de la testosterona” porque es más que real que tres ‘líderes’ políticos de derechas han decidido agitar sin pudor la bandera del machismo y hacer apología del patriarcado para tratar de mantener sus privilegios frente a las mujeres.
Y ante ese rechazo que sienten desde la derecha por la igualdad han traído al presente debates del pasado. Y frente a la amenaza de la involución no hay más receta que seguir caminando juntas hacia la igualdad. No es la suerte la que provoca los cambios y los avances, son las acciones decididas de la sociedad y la educación en valores las que propician mejoras sociales y los gobiernos progresistas los que apuestan por ellos. Y esa debe ser nuestra lucha en estos momentos: seguir trabajando para que los avances del feminismo sean imparables porque la plena igualdad es un objetivo irrenunciable. No podemos parar nuestras conquistas para responder a las provocaciones. Es tiempo de mujeres, es tiempo de seguir conquistando nuestro futuro; un futuro que será feminista porque no hay futuro posible sin igualdad.
Cuando hace un año pedía “Hagámoslo entre todos, mantengamos el anhelo de la igualdad como tema de actualidad y todos, hombres y mujeres conseguiremos conjuntamente que este 8 de marzo de 2018 sea por fin el año 1 de una nueva Era” no imaginaba que un año después volverían a la agenda mediática debates ya superados como reacción del patriarcado a nuestros avances hacia una sociedad más igualitaria y, por tanto, más democrática. Pero un año después copan titulares.
Nosotras coparemos las calles porque hoy somos más las personas que trabajamos por la igualdad. Un año después nos sobran las razones para salir a la calle el 8 Marzo, nos faltan batallas por ganar y derechos por conquistar. El tripartito de la testosterona quiere regresar al pasado, la ciudadanía quiere conquistar el futuro desde este mismo presente. Es nuestro momento, es el momento de las mujeres.
*Mercedes Caballero, secretaria General PSPV-PSOE de la provincia de València