El Gobierno Valenciano trabaja en una nueva ley de Igualdad y espera que esté en funcionamiento en la primera mitad de la legislatura. El secretario autonómico de Igualdad y Diversidad, Alberto Ibáñez, ha explicado en una entrevista con la Agencia Efe que su departamento busca consenso con los grupos políticos y agentes sociales porque cree que la anterior normativa “ha dado de sí lo que debía de dar”.
El nuevo documento comenzará a pensarse en septiembre y, según Ibáñez, se hará de “manera participativa” de distintos colectivos porque “la transversalidad de género afecta a todo el mundo”, como se ha hecho con el resto de textos legales.
La ley de Igualdad, incluida en el Pacto del Botànic II, tiene un primer eje vinculado con la redistribución de la riqueza y la igualdad de oportunidades porque, según Ibáñez, “existe una desigualdad económica entre hombres y mujeres que el Consell quiere situar como una de las prioridades de la lucha por la igualdad”.
“Se ha hablado mucho de los techos de cristal, y es importante que las universidades públicas tengan mujeres rectoras, pero también es importante que las mujeres de la limpieza en las universidades públicas tengan un sueldo decente”, ha señalado. A su juicio, una norma de este calado “ha de poner también en la agenda y visualizar esa parte de la sociedad. Muchas veces nos centramos en la parte alta y nos olvidamos sobre esa cuestión”.
Según Ibáñez, una de las cuestiones para conseguir la igualdad es “poner las condiciones económicas para que pueda existir” con medidas como luchar por la perspectiva de género en la redistribución de la riqueza.
“Si en las mujeres debemos garantizar esa igualdad desde el punto de vista socioeconómico, en los hombres lo hemos de garantizar desde el punto de vista sociocultural. El hombre debe entrar en casa y ocuparse de cuestiones de crianza y afectivas”, ha dicho Ibáñez, quien ha recordado que las bajas para cuidar hijos casi en su totalidad son cogidas por mujeres.
El segundo eje de nueva ley de Igualdad está vinculado en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, no solo afectivo-sexuales sino en otros ámbitos en los que hay que generar un consenso con todas las fuerzas parlamentarias.
Un tercer eje giraría en torno al ámbito de la paridad, porque una democracia “debe tener representados de manera igual” a los dos sexos, ha indicado el secretario autonómico.
Según Ibáñez, el cuarto eje se dirigiría a todo lo vinculado con las “masculinidades igualitarias. La Ley no debe ocuparse solo de los derechos de las mujeres y la igualdad entre ambos sexos, sino que debe dar herramientas para que los hombres comiencen a tener una sensibilidad y comiencen a decir: 'Esto que hago no está bien'”.
“Hemos de trabajar en programas de educación y prevención pero también de inserción de aquellos hombres que pueden haber tenido comportamientos no adecuados, machistas y misóginos”, ha matizado.
Ibáñez confía en que esta nueva ley suponga “un antes y un después” en el reconocimiento de los derechos de las mujeres y la igualdad.
“Creo que la realidad de hombres y mujeres también ha cambiado y tenemos la necesidad de tener unas herramientas para cambiar nuestros comportamientos y actitudes, que nos enseñen a relacionarnos de otra manera”, concluye.