La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

El número dos de Rita Barberá vendió relojes de oro antes de la investigación que lo condenó por blanqueo y cohecho

Lucas Marco

10 de mayo de 2022 22:45 h

0

Los relojes de lujo afloran en numerosas investigaciones por corrupción en España. Ricardo Costa, exsecretario general del PP valenciano, recibió de la trama Gürtel un reloj de acero de la marca Frank Muller, serie limitada de la Volvo Ocean Race, valorado en 20.000 euros. En las conversaciones telefónicas pinchadas por la Policía, Álvaro Pérez El Bigotes rememoraba el emotivo momento en que entregó el presente a Ricardo Costa: “Iba como un niño con zapatos nuevos”. El 'caso Erial' afloró una magnífica colección de más de 30 relojes de lujo de Eduardo Zaplana, que costaban la friolera de más de 200.000 euros.

Como no podía ser de otra manera, la investigación del 'caso Azud' también ha detectado relojes de lujo en manos de políticos populares. Alfonso Grau, exvicealcalde de Valencia y mano derecha de Rita Barberá, vendió tres relojes a una joyería de la ciudad apenas seis semanas antes de que el PP perdiera las elecciones municipales del 2015, finiquitando así 24 años seguidos de poder en la ciudad.

Se trata, según la documentación que figura en el sumario del 'caso Azud' a la que ha tenido acceso elDiario.es, de dos relojes marca Vacheron Constantin, uno modelo Patrimony de oro blanco y otro modelo Perpetual Calendar de oro rosa. El tercero, de marca Lange and Söhne modelo Lange 1 Time Zone, también es de oro rosa. El 10 de abril del 2015 Grau firmó un contrato con la empresa Nina Dandara SL en la que aseguraba que los relojes no procedían de “ninguna actividad ilegal”. El comprador le abonó 48.500 euros a Alfonso Grau.

El entonces vicealcalde de Valencia se habría embolsado, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, dos millones de euros en mordidas de la trama del 'caso Azud'. Grau es un viejo conocido de la Fiscalía Anticorrupción y de la UCO, que ha registrado varias veces su vivienda en el marco de varios casos de corrupción que afectan al PP. Es uno de los principales investigados en el 'caso Azud' y está procesado en la pieza separada A del 'caso Taula' por la presunta financiación ilegal de las campañas municipales de Rita Barberá. 

Además, en materia de relojes, Alfonso Grau ya fue condenado a cuatro años de cárcel y a una multa de 25.000 euros por un delito continuado de cohecho y otro de blanqueo de capitales. La sentencia consideraba probado que Grau adjudicaba contratos al empresario Urbano Catalán, de la firma Transvia, a cambio de relojes de alta gama. Por su parte, Catalán fue condenado a nueve meses y un día de cárcel por el delito continuado de cohecho. Un fallo confirmado por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

La causa se abrió a finales de 2015 tras una denuncia de la Fiscalía contra el ex vicealcalde de Valencia y el empresario, cuyas mercantiles del consistorio recibieron entre 2006 y 2015 un total de 16 contratos por un importe aproximado de 2,5 millones de euros. Pocos meses antes, según desvela el sumario del 'caso Azud', Grau vendió otros tres relojes de lujo a la firma de joyería Nina Dandara SL, cuyo administrador único es Bernardo Celis Morosoli. 

El pago a Alfonso Grau se efectuó en dos transferencias de una cuenta de la joyería en La Caixa a la del antiguo número dos de Rita Barberá en el BBVA. Grau, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario, declaró ante la Conselleria de Hacienda de la Generalitat Valenciana la compraventa de los relojes en materia de impuesto sobre transmisiones patrimoniales. 

La venta se produjo cuando los investigadores de la UCO, en el marco del 'caso Taula', pisaban los talones al equipo de Rita Barberá, apenas una semanas antes de que el PP perdiera las elecciones municipales del 2015 y unos meses antes de la que se iniciara la investigación que acabó con la condena de Grau por cohecho y blanqueo de capitales mediante los relojes de lujo que le regalaba el empresarios Urbano Catalán.