Un torreón de la cara Norte de la muralla bajomedieval del siglo XIV de la Ciudad de València.
Este es el hallazgo que ha salido a la luz en la zona de la Calle Blanquerias con motivo de las obras de canalización de agua potable que está llevando a cabo el Ayuntamiento de València, aunque se sabía previamente, gracias a los expertos en arqueología, de la posible existencia de estas ruinas y de su coincidencia con la muralla.
La concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, ha visitado los hallazgos de la torre de la Baja Edad Media en la zona junto a la Casa-Museo Benlliure.
El proyecto es obra de la Delegación de Desarrollo urbano y cuenta con la colaboración de las Delegaciones de Movilidad y la de Cultura.
Además de la torre, se han descubierto restos del momento de la demolición de la muralla junto a materiales cerámicos correspondientes al periodo histórico de la destrucción de la fortaleza.
A pesar de las previsiones, las ruinas medievales han aparecido más hacia el norte de lo que se pensaba y gracias a este descubrimiento se puede precisar el trazado de la muralla.
Fruto del seguimiento arqueológico que se está realizando, los expertos han avisado de es posible que se sigan hallando restos pertenecientes al recinto amurallado en el transcurso de las obras.
La construcción de la muralla comenzó en 1356, y no fue hasta 1865 cuando tuvo lugar el comienzo de su demolición. Su destrucción estuvo motivada por la nueva concepción de la ciudad moderna que se tenía en la época.
Una ciudad donde las murallas no tenían cabida por el significado bélico que representaban y, además, se pensó que las obras de demolición serían una oportunidad para dar trabajo a las personas desempleadas de la ciudad.