Una valenciana indignada más

0

No hay palabras para expresar el dolor y rabia que siento. Llevo tiempo denunciando como diputada el tipo de personaje que nos gobierna en la Comunitat Valenciana, dedicado a hacer vídeos para las redes sobre grandes temas como comerse una hamburguesa, lo ricas que están las papas o el helado, o nos cuenta que va a correr la maratón, mientras los retrasos e impagos crecen y se intenta ocultar su mala gestión con mentiras y opacidad o hablando de Cataluña. Otro campechano.

Esa manera de gobernar nos lleva a su nefasta gestión, sin atender la información facilitada por los organismos como la AEMET o las alertas de la Confederación Hidrográfica del Júcar, negando el peligro a las 13h cuando estábamos en alerta roja, y yéndose a una comida mientras la Comunidad que dirige se ahogaba.

El director de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, con rango de secretario autonómico, afirma en X que se puso a trabajar con su equipo en el Puesto de Mando el miércoles a las 11h.

La Consellera de Justicia responsable de emergencias no apareció en ningún medio el martes hasta pasadas las 20h detrás del President. Mientras el agua crecía no dio ni una señal.

En definitiva, no había nadie del Consell que alertara a la población, más allá de un mensaje negacionista a las 13h del propio President Mazón ante la peor catástrofe que ha sufrido esta Comunidad y seguramente Europa.

Mientras la Diputación de Valencia, bajo gobierno también del PP, mandó al personal a sus casas cerrando todos los centros a las 14h ante la llegada de la DANA “por riesgo muy alto para la población”, Mazón se fue a comer.

En Apunt nos dijeron a las 15h que no saliéramos de casa ante la alerta meteorológica. Al parecer, Mazón estaba en una comida.

Mi compañero diputado Juan Bordera lleva meses alertando de la llegada de fenómenos extremos debido a la elevación de la temperatura del mar y de la temperatura atmosférica, que ya ha sobrepasado el límite de seguridad de 1.5 º C, hablamos de cambio climático. Pero la respuesta del Consell en les Corts ha sido la burla y el negacionismo ante las alertas de las personas expertas.

Es mucho más divertido hablar de traer la Copa del América o discutir si acercamos más futuros hoteles a la costa, como acaban de pactar PP y VOX. Eso es lo que le gusta al President Mazón.

Cuando decimos que la ampliación del puerto es un problema para la costa y la Albufera, no es que queramos ser aguafiestas de las aspiraciones empresariales de unos pocos, lo decimos porque las evidencias están ahí, y pagamos las consecuencias con desastres medioambientales como el ocurrido.

Los que han querido mirar hacia otro lado cuando hablamos de los efectos que provoca y va a provocar el cambio climático, ahora están viendo el triste rostro de la realidad. Demasiado tarde para demasiada gente.

Con sólo una puñetera alerta a tiempo se habrían salvado vidas. Lo sabemos todos. Lo sabe el Consell también.

Durante la pandemia, como Secretaria Autonómica en el anterior gobierno valenciano nos centramos en la prevención, sin que mucha gente lo entendiera. La preocupación era salvar vidas, el COVID estaba y eso era inevitable, la única manera de salvar vidas era evitar contagios. Desde el gobierno te puedes equivocar por exceso de precaución, pero no por defecto. La frivolidad nos lleva a donde estamos ahora. La misma frivolidad con la que acude Feijóo a Valencia el mismo día que el Presidente del gobierno, para intentar exculpar a Mazón y salvarlo de sí mismo, mientras ataca a la AEMET. La oposición responsable. El ridículo político es insoportable y las consecuencias aún lo son más

Demasiado dolor, demasiada indignación, demasiada rabia. Esperando las explicaciones de un gobierno indecente que busca culpables fuera por no mirar sus propias vergüenzas.

Ahora es el momento de ayudar y de acompañar, pero sobre todo de gestionar esta lamentable catástrofe con poblaciones enteras que siguen sin agua ni alimentos y con riesgos de desprendimientos hasta en los edificios.

La población valenciana está acudiendo en oleadas de gente con cubos y escobas a ayudar ante la petición pública de los afectados. Los que han acudido a través del Consell han sufrido horas de espera absurdas, tremenda descoordinación y frustración cuando en lugar de llevarlos a los barrios les desplazaban a limpiar centros comerciales o polígonos.

El pueblo valenciano ha demostrado estar muy por encima de sus actuales dirigentes.