La tragicomedia que se está protagonizando en Canal 9 no tiene fin. Los cuatro representantes de la oposición en el consejo de administración de Ràdio Televisió Valenciana han acudido al centro de producción de Canal 9 para “cumplir la ley y mantener el funcionamiento” de la cadena.
Lo han hecho dado el vacío de poder provocado tras la dimisión de Rosa Vidal, la anterior directora general, y los cuatro representantes del PP en el Consejo de Administración, que han dejado la empresa descabezada. Como confiesa la presidenta del comité de empresa, “ahora mismo no sabemos si lo que hay en Canal 9 es cooperativismo o anarquía”.
Por eso, la oposición ha dado un golpe de efecto. Enric Morera, líder de Compromís, ha sido claro: “Tomamos el control del consejo de administración de Canal 9. Si no valen (el PP), que se vayan”, dijo en Twitter. Según la ley que rige el funcionamiento de la cadena, el gobierno valenciano no puede destituir a los consejeros de administración, elegidos por el parlamento.
Por ello, los consejeros han exigido a Les Corts Valencianes que procedan al nombramiento de los nuevos representantes después de la dimisión de los cinco miembros elegidos por el PP tras la confirmación del cierre de RTVV. “Nosotros sólo queremos que se garantice el normal funcionamiento de la radio y televisión valencianas, tal y como marca el Estatut de Autonomia”, asegura Manuel Jardí, representante de Esquerra Unida.
De igual modo, asegura que todo está funcionando “con normalidad” y apunta que la emisión no va a 'ir a negro', tal y como intentó el Consell sin éxito. Mientras no haya un mandato judicial, “la Ley marca el mantenimiento de RTVV como servicio público y si el PP quiere cerrarla, que cambie la ley”. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no encuentra la forma de parar la rebelión en Canal 9.