Cuatro vehículos BMW y un Mini Cooper. La investigación del 'caso Azud' ha destapado el alto nivel de vida de Alfonso Grau, antigua mano derecha de la fallecida alcaldesa Rita Barberá. Además de los relojes de oro que vendió poco antes de que se iniciara una investigación que se saldó con su condena por cohecho y blanqueo de capitales, el sumario del 'caso Azud', al que ha tenido acceso elDiario.es, revela que Grau disponía de un selecto parque automovilístico formado por cuatro BMW y un Mini Cooper.
La jueza instructora autorizó a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil encargados de la pesquisas a indagar sobre los vehículos del número dos de Rita Barberá, que disponía de una ficha de cliente en el concesionario Automóviles Bertolín SL.
La documentación que figura en el sumario revela que Alfonso Grau adquirió en 2004 un BMW X3 3.0D, un potente todoterreno. Cuatro años más tarde, el entonces vicealcalde de Valencia compró un BMW Cooper, la versión moderna del clásico Mini de la lujosa marca alemana. En 2010, Grau se hizo con un BMW 530 D GT, un potente bólido que alcanza los 246 kilómetros por hora y para cuyo pago entregó 35.000 euros en metálico (además de 53.674 euros mediante transferencias).
Cinco años después, poco antes de que Rita Barberá perdiera las elecciones municipales tras 24 ejercicios seguidos con la vara de mando, el vicealcalde se hizo con un Mini Cooper, el cómodo utilitario con cinco puertas. Su última adquisición fue un BMW X4 XDRIVE281, con una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora de 6.4 segundos.
Para este último vehículo, adquirido por un importe de 71.247 euros, Grau entregó como forma de pago el Mini Cooper y el BMW 530 D GT. La documentación sobre los tres vehículos más antiguos fue “destruida” por el concesionario, según el acta de recepción firmada por dos agentes de la UCO.
Además del parque automovilístico, centrado en la marca alemana, Alfonso Grau contaba con una notable colección de relojes de lujo que ha aflorado tanto en el 'caso Azud' como en la investigación de la Fiscalía Antcorrupción sobre los regalos por parte del empresario Urbano Catalán, dueño de Transvia, que acabó con la condena del expolítico del PP a cuatro años de cárcel y a una multa de 25.000 euros por un delito continuado de cohecho y otro de blanqueo de capitales.
“Documentación falsa” para abrir una cuenta en el extranjero
Sin embargo, no es la única vía con la que la UCO y Anticorrupción se han topado de cara a recuperar los fondos públicos presuntamente saqueados. La jueza instructora autorizó, a petición de la UCO, una comisión rogatoria a Estados Unidos para localizar una cuenta en la entidad JP Morgan en Milwaukee (Wisconsin) a nombre del ciudadano norteamericano Kent Lawrence Baker y de su esposa, una de las hijas de Grau. La investigación del 'caso Azud' sostiene que el expolítico del PP se llevó a su bolsillo dos millones de euros en mordidas de la presunta trama corrupta.
Anticorrupción considera, de manera indiciaria, que la hija y el yerno del exvicealcalde habrían participado en una supuesta operación de blanqueo de capitales. En la documentación intervenida al presunto corruptor de la trama, el empresario Jaime Febrer, figuran unas anotaciones sobre la cuenta en Estados Unidos, que habría servido para canalizar las presuntas mordidas. La documentación señala que se trata de “la misma cuenta de hace dos años”.
Otra cuenta en Citibank, a nombre de María Ángeles Grau, recibió durante varios años “ingresos fraccionados en días sucesivos” por importes inferiores a 3.000 euros “de origen desconocido y presuntamente delictivos”, según un informe del fiscal anticorrupción Pablo Ponce que figura en el sumario.
Sofía, la otra hija de Alfonso Grau, intentó abrir una cuenta corriente en una sucursal bancaria francesa en 2015 que le fue denegada “por aportar documentación falsa sobre el origen del dinero”.