Todos los partidos salvo Ciudadanos apoyan que el Estado no discrimine a los valencianos en las inversiones

Todos los grupos parlamentarios salvo Ciudadanos han dado el voto favorable en el Congreso de los Diputados a la reforma del Estatut d'Autonomía valenciano para blindar las inversiones del Estado en la comunidad autónoma.

El debate se ha convertido en una batería de reproches al representante de Ciudadanos Toni Cantó, encargado de defender su posición ante la reforma. Desde que Cs se descolgara del acuerdo que había firmado en las Corts Valencianes ha llegado una oleada de críticas a la formación de Albert Rivera. Cantó ha defendido que “el Botànic plus”, como ha denominado a la unión de PSPV-PSOE, Unidos Podemos, Compromís y el Partido Popular, “va con el apoyo incondicional de Bildu, de los corruptos del 3%, de los golpistas”, y que ha aprobado un brindis al sol“. ”Va a votar a favor de que el supremacista Torra decida por donde pasa el Corredor Mediterráneo“, añadía Cantó al explicar su posición.

El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha criticado que “el que pretende ser presidente [de la Comunitat Valenciana] se borra del mapa, se borra de la discusión de la ley mas importante de su comunidad”. El valencianista ha reconocido que no es la reforma que a su grupo le gustaría, pero es la que genera consenso. Después de Baldovíl intervenía el representante de Esquerra Republicana, Joan Tardà, cuyo grupo ha votado a favor de la medida, y ha explicado que la reforma pretende más recursos para atender a la ciudadanía valenciana. Después de hacer un repaso a la situación económica de la comunidad -el ERTE de Ford, la cerámica en Castellón, los problemas con el sector citrícola y del calzado- ha deducido: “Esta precariedad creciente, el empobrecimiento, no es atribuible a la falta de dinamismo de la sociedad valenciana, ni a la falta de su capacidad emprendedora; hay un responsable, y no es otro que el expolio que ha sufrido por parte del Estado español, que tiene dos patas: infrafinanciación e infrainversión”.

Por parte de Unidos Podemos han intervenido Ricardo Sixto (IU) y Àngela Ballester (Podemos); el primero ha criticado al representante de Ciudadanos que “mienta” en sus declaraciones, señalando que la norma es un texto legal y, por tanto, se tiene que cumplir, mientras que Ballester ha indicado que “de estos porcentajes depende el bienestar de los valencianos”, en relación al volumen de inversiones del Estado. El representante socialista Artemi Rallo ha considerado que Ciudadanos, al abandonanr el acuerdo “ha renunciado a representar a los valencianos”. “Solo reivindicamos justicia, sin victimismos, no merecemos seguir pagando esta factura”.

Por último, el representante popular Gerardo Camps ha sacado pecho de que la iniciativa se aprobara en su momento con el gobierno del PP (todavía era presidente Francsico Camps) y ha indicado a Cantó que su presidente “es el señor Puig, no el señor Torra. Usted se sube a lomos del caballo de la demagogia y se desboca”. “Nuestra firma vale lo mismo que nuestra palabra; su palabra vale lo mismo que su firma?”, ha interpelado a Cantó. “Eso sí era papel mojado. ¿Puede ser creíble?”, ha espetado.

Una delegación valenciana encabezada por el president de la Generalitat, Ximo Puig; la vicepresidenta, Mónica Oltra; el president de las Corts, Enric Morera; el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, y los portavoces de los grupos parlamentarios, salvo Mari Carmen Sánchez, de Ciudadanos, se ha desplazado este jueves al Congreso para asistir al debate y votación.

Después del debate, el presidente Puig ha asegurado que la reforma del Estatuto valenciano es “un paso más” que ha sido acordado por una mayoría parlamentaria, y ha dicho que le gustaría que Ciudadanos se sumara a él porque “menos garantía es no tenerlo”.

Mientras, en el grupo parlamentario de Cs siguen negando que Madrid haya impuesto el criterio. El texto, dicen, es un “engaño” que no traerá “ni un euro más”. El portavoz adjunto en las Corts Valencianes, Juan Córdoba, explicó que su partido está convencido y que es fruto de una reflexión que se ha tomado de forma unánime en el grupo parlamentario y coordinada con la dirección nacional.

Por primera vez en años, el texto ha pasado todos los trámites parlamentarios en tiempo y forma. A falta de ser ratificada en el Senado y las Corts Valencianes, la reforma es ya una realidad después de estar pendiente en el Congreso desde que la aprobaran la Cámara valenciana en 2011, cuando el Parlamento autonómico aprobó una modificación que reclamaba para esta norma lo mismo que se había aprobado en otras autonomías. Otro aspecto que suscitó las críticas fue la forma de tramitación acordada en la Cámara Baja, que evita que el texto sea ratificado por referéndum en la Comunitat Valenciana, lo que molestó al presidente de las Corts, Enric Morera.

La reforma del Estatuto consiste en una cláusula que señala que el Estado realizará inversiones territorializadas acordes al peso poblacional de la Comunitat Valenciana. Un aspecto que recogen otros estatutos y que el Tribunal Consitucional ya señaló que no obliga a su cumplimiento, aunque implica, de forma simbólica, un compromiso político con las reivindicaciones del territorio.