La movilidad en transporte público en València se complica. Los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) han iniciado este jueves una huelga que se suma a la ya existente en el metro y el tranvía de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).
Ambas protestas se solaparán el 29 de enero a primera hora. En concreto, en Metrovalencia está prevista de 7.30 a 9.15 horas con servicios mínimos de entre el 50 y el 60% y en la EMT de 7.00 a 9.00 horas con mínimos del 70%.
La movilización en los buses urbanos ha arrancado este jueves a las 7.00 horas con un 30% menos de servicio y ha sorprendido a los usuarios en las paradas por la falta de información oficial por parte de la EMT. Los paros se repetirán de 19.30 a 21.30 horas. En estos mismos horarios se reeditarán el día 29.
Además también hay paros convocados los días 4, 12, 20 y 27 de febrero de 8.00 a 10.00 horas, de 16.00 a 18.00 horas y de 19.30 a 21.30 horas, también con servicios mínimos del 70%.
En FGV, los paros más inmediatos convocados para reivindicar la recuperación salarial perdida tras el ERE están previstos para este viernes de 20.00 a 22.30 horas y de 0.00 a 02.00 horas, para este sábado de 19.30 a 21.15 horas y de 0.00 a 02.00 horas, para el lunes 28 de 7.15 a 8.35 horas y los mencionados del martes 29 de enero. Los servicios mínimos en estas franjas son de entre el 50 y el 60%.
Conflicto por las prejubilaciones
Los trabajadores protestan por el conflicto de las prejubilaciones firmadas en la etapa del PP que la empresa llevó a la agencia antifraude y esta a la fiscalía al apreciar posibles delitos de malversación, prevaricación, fraude en subvenciones y falsedad.
Los gestores de la EMT en el Gover de la Nau con el edil de Movilidad Giuseppe Grezzi al frente, revelaron que la empresa pública ocultó a la Tesorería General de la Seguridad Social desde el año 2001 que los trabajadores que se jubilaban en la EMT a los 61 años trabajaran 65 días hasta los 65 años en lugar de los 131 -el 15 % del total- que marca la normativa y a los que están obligados por ley los demás trabajadores.
La plantilla considera que es un acuerdo válido entre la empresa y su representación legal. Además, aseguran que no están cumpliendo determinados aspectos del convenio como el descanso obligatorio entre trayectos.