Pilar Lima: “No podemos plantearnos entrar en un Gobierno del PSPV, Ximo Puig es partícipe de la trama”
Pilar Lima (Valencia, 1977) es senadora territorial escogida por las Cortes Valencianas. Licenciada en trabajo social y profesora especialista en lengua de signos, encabeza el proyecto Obrint Podem para dirigir la formación morada en la Comunidad Valenciana. Lima es también la primera senadora sorda y hace la entrevista con su intérprete.
La candidata es intransigente respecto a la corrupción, especialmente la del PP, pero bromea con poner la cara de Eduardo Zaplana, recientemente investigado en el saqueo del Canal de Isabel II, en el Tramabus que recorre los municipios españoles. No se muestra menos severa con el presidente de la Generalitat y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, a quién acusa de pertenecer a 'la trama' que Podemos denuncia por apoyar a Susana Díaz y fomentar la abstención en la investidura de Mariano Rajoy.
También lo es con el actual secretario general y portavoz, Antonio Montiel, a quien le reprocha no haber sido suficientemente vigilante con el gobierno conjunto de PSPV y Compromís y los acuerdos suscritos entre las tres formaciones. Lima, próxima a Pablo Iglesias, busca un Podemos abierto, que recupere a los que han marchado y atraiga a quienes faltan, el Podemos de asaltar los cielos.
Pregunta: En el ámbito valenciano se te ha catalogado como la candidata del 'pablismo' ¿Cómo se lleva esta etiqueta?
Pablo Iglesias no se ha posicionado públicamente por ninguna candidatura. Yo iba en sus listas en Vistalegre y por eso se hace esa asociación. Yo soy la candidata de una opción alternativa, de un espacio que se llama Obrint Podem, cuyo objetivo es ganar en 2019. No voy a negar que me gustaría que nuestro proyecto gustara en otros territorios, pero eso no significa que seamos una candidatura con líneas estatales, sino que el proyecto gusta a nivel estatal.
¿Es una candidatura de fichajes como han dicho otras corrientes?
Nosotras hemos querido hablar de perfiles. Queremos que esta herramienta sea la que posibilite la apertura de Podemos a los movimientos sociales, que se dé el protagonismo a toda la gente. Queremos a los que están, recuperar a los que se fueron e ir a por los que faltan por llegar. No son fichajes, son compañeros y compañeras que se han querido implicar en este proceso de cambio. Tenemos a Anna Fornés, a Marisa Saavedra, que viene de movimientos de base, tenemos gente de plataformas contra el TTIP, tenemos a Nega, que para el área de Cultura va a aportar muchísimo, a gente de la PAH... Y compañeros que están en los círculos desde los inicios. Es una mezcla de perfiles idónea para abarcar todas las áreas de trabajo que tenemos por delante. No queremos parecernos a otros grupos políticos que caen en la endogamia.
¿Cómo se desarrollará la portavocía?
Nosotros apostamos por la coralidad, por que no sea unipersonal, repartiremos las portavocías y el protagonismo para que llegue a todos. Uno de los fallos de estos años es que no se nos ha visto, no se nos conoce. Se conoce a Antonio Montiel y poco más. Tenemos que tener mil pies en la calle y uno en las instituciones.
En Obrint Podem no contáis con ningún diputado autonómico en las listas ¿Cómo será la relación con el grupo parlamentario si es el proyecto que resulta vencedor?
Yo soy senadora por designación territorial y he participado en las labores de trabajo del grupo parlamentario hasta ahora. Si Obrint Podem fuera el proyecto ganador tiene que ser asumido por el grupo parlamentario. Tienen ese compromiso y lealtad con el Consejo Ciudadano Valenciano.
La relación es buena, no ha habido conflicto ni problemas. No hemos tenido la oportunidad de que se implicaran en nuestro proyecto porque surgieron otros. Si gana Obrint Podem queremos aunar sensibilidades e ir todos a una.
Pero, ¿Contasteis con ellos para el proyecto?
Sí que negociamos con compañeros de otras candidaturas, pero el consenso no pudo ser posible. Con Aprofundir -la candidatura que encabeza Antonio Estañ- por su línea roja de que la secretaria general debería ser para Estañ y la condición de que nos presentáramos a sus primarias, líneas que no podíamos cruzar. Con Més Morat -la propuesta encabezada por Fabiola Meco, número 2 del actual secretario general- hay una línea política muy divergente, es una candidatura muy continuísta... Una candidatura de cambio es la nuestra. No podemos obviar que somos la quinta fuerza en la comunidad y queremos ganar el país. Ese dato no puede continuar así. Hay que abrir un periodo de reflexión y autocrítica.
¿Por qué no quisistéis participar en las primarias de Aprofundir el Canvi?
Porque tenían un censo propio en el que constaban 200 personas. Las primarias son las de mayo con todos los inscritos. Eran unas condiciones inasumibles.
¿Y con Cristina Cabedo y su propuesta Reconéixer-nos?
Llegamos a un acuerdo pero en el último momento su espacio decidió no presentarse. Todavía no he podido hablar con ella y no sé por qué decidió dar ese paso. De su documento hemos transaccionado muchas ideas y hemos llegado a acuerdos maravillosos con su espacio.
Las candidaturas que han hecho primarias han tenido una participación muy baja y la elección del sistema de votación no llegó al apoyo necesario ¿Os preocupa una baja participación en la Asamblea Ciudadana?
Esto creo que debemos separarlo en dos partes. El sistema de votación ya se votó el año pasado por los inscritos de todo el país y ganó el sistema Desborda. No entendimos por qué se volvía a plantear otra votación. Era una decisión legítima del Consejo Ciudadano Valenciano pero los tiempos no han ayudado. Cuando burocratizas tanto los sistemas la gente se cansa; quieren hablar de política externa, no tanta interna.
Por nuestra parte vamos a animar la movilización y a la participación en la Asamblea Ciudadana, tenemos que escuchar a la militancia. Creo que habrá un aumento de la participación en la Asamblea.
Habéis sido muy críticos con el liderazgo de Antonio Montiel y su candidatura, pero, exactamente ¿Qué fallos ha tenido?
No son críticas a la persona de Antonio Montiel, criticamos su gestión en el Consejo Ciudadano. Pedimos una rendición de cuentas para saber de dónde se parte, de qué se ha hecho estos dos años. No estamos de acuerdo en el desarrollo del Pacto del Botánico. Muchas medidas son un brindis al sol. Se puede hacer un seguimiento más estricto del Pacto.
Fabiola Meco (Més Morat, Més Podem) ha comentado en muchas ocasiones que el objetivo del Pacto era desalojar al PP de las instituciones, pero no podemos aceptar esa posición subalterna. No tenemos visibilidad, en las calles no se nos conoce. La labor en las instituciones no ha sido suficiente y no se han tejido redes con los movimientos sociales.
¿Debería haber entrado Podemos en el Gobierno valenciano para obtener esa visibilidad?
Entrar en el Gobierno no se ha debatido nunca. Pero aparte de eso, se puede conseguir visibilidad de otras formas. No podemos plantearnos ser socios de gobierno con un PSPV que ha apoyado que Rajoy esté en la Moncloa, que ha apoyado a Susana Díaz... con esas líneas políticas no va a cambiar nada en la Comunidad Valenciana.
Con la entrega de avales -del PSOE- se ha demostrado que en la Comunidad Valenciana la militancia ha apoyado más a Pedro Sánchez. Ximo Puig desoye a sus militantes. Se queja constantemente de la infrafinanciación pero ha apoyado un Gobierno del PP que ha continuado con esa infrafinanciación. Sin hablar del derrocamiento de Pedro Sánchez en el Comité Federal...
¿Y en un gobierno con un PSPV que no fuera el de Ximo Puig?
Tiene que haber un debate previo, es una decisión de los inscritos en la Comunidad Valenciana. Nuestro objetivo en dos años es construir un movimiento popular que incluya a los movimientos sociales, crecer como espacio político visible, ser una organización amable.
Queda claro que Ximo Puig está más enfrente que al lado. Y Mónica Oltra, el otro pilar del Ejecutivo valenciano ¿Es aliado o adversario?
Con Ximo Puig partimos de ese posicionamiento enfrentado porque es partícipe de lo que llamamos trama. De Mónica Oltra valoramos su trayectoria en la Comunidad Valenciana y eso no lo podemos negar jamás. Yo no la veo como adversaria, es una aliada, pero eso lo dirá el tiempo.
Si la militancia lo avala ¿repetirías la candidatura conjunta con Compromís?
Claro. Si la militancia lo avala, adelante. Tenemos que partir de un espacio autónomo. Tenemos nuestras discrepancias y comulgamos con muchas cosas, pero hay que trabajar por crear una buena sinergia. Un espacio de confluencia abierto a organizaciones políticas y sociales. Podemos hablar de otro partido como el PACMA, que ha hecho un gran trabajo y no ha llegado a las instituciones por la barrera electoral, que castiga a los partidos pequeños.
Volviendo al Acuerdo del Botánico.. ¿En qué se ha quedado corto?
Falta que se adjunte al Pacto una línea presupuestaria. Me repito, porque me gusta la frase, pero el amor en política se demuestra con los presupuestos. Tengo mucha experiencia en el Senado de estar hablando meses y meses de un pacto contra la violencia machista y, mientras, hay mujeres asesinadas todos los días y seguimos hablando de pactos que son brindis al sol porque no tienen presupuesto.
Pero parte del Presupuesto con el que cuenta la Comunidad Valenciana depende del Ministerio de Hacienda...
Claro, por eso tenemos que ganar todo el país. La Comunidad Valenciana no tiene autonomía, depende del Estado, hay una infrafinanciación histórica... No podemos hablar de autonomía con este Gobierno. Por otro lado, me he dado cuenta a nivel estatal que hay dinero para lo que se quiere. Las prioridades tienen que cambiar.
Pero decís que el Pacto del Botánico es insuficiente y lo atribuís a algo que no depende sólo del Gobierno autonómico... Respecto a la gestión que se hace desde el Palau de la Generalitat, ¿Qué falta?
Es que nuestro proyecto electoral se redujo a un pacto. Un ejemplo de lo que es insuficiente: la mal llamada ley de Dependencia. Hay una plataforma que dice que en dos años no ha cambiado nada. Otro: la renta de inclusión valenciana. A día de hoy, es de carácter urgente y todavía no se ha puesto en marcha. Un tercero: la Agencia contra la corrupción, iniciativa de Podemos, aún está sin implementar; el CIS dice que la corrupción es la segunda preocupación de los españoles y me entero de que [los partidos] se pelean por ver en qué edificio se va a ubicar. Un poco de seriedad y responsabilidad. Es frustrante la lentitud de las instituciones.
¿En el Senado es igual de frustrante?
Sí, sí, encima con mayoría del PP. Me hace gracia cuando hablan del decoro. La violencia parlamentaria es increíble. Hay insultos, desprecios... Ves como en tu cara votan en contra de derechos que benefician a la mayoría social. Dicen que no proponemos y no paramos de proponer. Planteamos una moción para proteger a hijos de mujeres que han padecido violencia machista y votan que no. Te deja tan frustrada que te replanteas qué haces ahí.
El Senado ha sido un espacio tradicionalmente de PP y PSOE. En estas últimas elecciones la izquierda ha logrado un espacio ¿Qué supone llegar a un lugar tan conservador?
Yo lo llamo rancio. Son los zombis políticos. Alberto Fabra, la fallecida Rita Barberà, Luisa Fernanda Rudi... Están todos ahí. Pero gracias a que hemos entrado con Unidos Podemos se ha notado un cambio. El Senado recibe más visibilidad ahora gracias a esa oleada. Pero queda patente que ha sido el cortijo del PP durante 20 años, por eso es necesario un proceso constituyente y devolver la dignidad a las instituciones. La gente del Senado, los trabajadores y trabajadores agradecen la entrada de las confluencias. Intentamos darles alegría y nos lo dicen. Hace falta el cambio y para eso necesitamos una mayoría, ahora estamos solos. Esa gente vive en otro mundo, pensaban que éramos una broma pasajera y no se han dado cuenta de que estamos para quedarnos y resolver las injusticias.
Volviendo a la corrupción y a 'la trama'. La Comunidad Valenciana ha sido un nido de corrupción, o al menos, de momento, es la zona en la que más se ha investigado y denunciado ¿Por qué no una cara valenciana en el Tramabus?
Pusimos a Carlos Fabra en la ruta por Alicante. Van cambiando según la zona. Tenemos tantas peticiones que no nos caben todas las caras. Podríamos poner la de Zaplana, por ejemplo. Nos reímos pero ese partido debería ser ilegalizado. Tenemos que echar al PP y tenemos una oportunidad con la moción de censura, es esa la herramienta. Hay que usar todas las vías posibles para cortar esa sangría de dinero público.