Pilar Lima fue senadora de Podemos en la pasada legislatura y actualmente es diputada autonómica en las Corts Valencianes. En febrero anunció su candidatura a la secretaría general de Podem en la Comunitat Valenciana, proceso que comenzará en dos semanas, frente a la candidatura que encabeza la actual portavoz parlamentaria, Naiara Davó. La figura de Lima se ha asociado desde los inicios al pablismo y representa una de las líneas más duras de Podemos, crítica con el partido y con el PSOE, su socio de Gobierno.
La exsenadora concurrió en el último proceso autonómico en 2017 a la secretaría general y formó parte del Consejo Ciudadano, aunque la unión del resto de candidaturas consiguió más apoyos. En el proceso estatal, formará parte del equipo de Pablo Iglesias para la Ejecutiva del partido.
¿Por qué ha decidido presentarse?
Porque veo que no tenemos partido y me duele mucho. Son seis años de experiencia, me motiva el proyecto que presentamos, nos debemos a la gente. No podemos olvidar de dónde venimos. Mucha gente confía en nosotras y debemos estar a la altura. Mi sensación es de que no hemos estado. Es una respuesta para la gente.
¿Por qué tiene esa sensación?
Nos hemos dejado influenciar por los medios de comunicación que han intentado romper y hundir Podemos. Y no hemos madurado. Parece que hemos dedicado mucho tiempo a disputas internas y a gestionar los egos y no queremos mirar fuera. Me identifico con las calles, con los círculos, en contacto permanente con la militancia, en contacto constante... Esto es un proceso de escucha a concejales, secretarios generales, movimientos sociales... Es una escucha constante para recoger esas demandas. Necesitamos un partido que haga eso, cohesionado, fuerte y que respete la pluralidad. Nos enfrentamos a un reto futuro que viene, la reconstrucción del país, y quiero el mismo proyecto de Pablo Iglesias aquí, con más fuerza. Hemos cometido errores en el pasado que no podemos repetir. Tenemos que cuidarnos entre todas y esto es lo que me motiva.
Ambas candidatas hablan en cierto modo de reconstruir el partido y reconectar con la militancia. ¿Por qué cree que se ha producido esa desconexión?
Llevo meses en proceso de escucha con la militancia y la sensación es de que hay un Podem lejano, institucionalizado. Y no es suficiente estar en las instituciones. Con el Botànic tenemos una parte pequeña en el poder, tenemos una vicepresidencia y necesitamos arroparles, necesitamos la tercera pata, que es Podem, que es la gente. Es algo que debemos recuperar. Necesitamos una militancia activa, protagonista, que estemos en cada barrio, cada ciudad, cada pueblo. El partido es un puente, nuestra función es ser una herramienta entre las instituciones y las calles. Haciendo autocrítica, creo que todos y todas no podemos olvidar de dónde venimos. Podem está al servicio del pueblo. La crisis que va a traer la COVID-19 es dura. Vemos muchos vecinos ayudándose y eso es lo que quiero para mi partido. La sensación hasta ahora ha sido de tristeza y quiero un partido alegre, motivador, que defienda cada medida para que nadie se quede atrás. Para ello necesitamos arropar a nuestros cargos. Porque una cosa es el Gobierno y otra el poder. El poder todavía no lo tenemos y tenemos que hacernos con el, el poder para el pueblo, porque sólo el pueblo salva al pueblo.
Tanto Naiara Davó como usted venían de la misma candidatura en el anterior proceso, en la lista del 'pablismo'. ¿Qué ha cambiado para presentar dos proyectos distintos?
En 2017 invitamos a Naiara a formar parte del proyecto pablista, como siempre hemos sido y defendido porque compartimos la tesis pablista. Es una posición muy difícil en la Comunitat Valenciana defender la tesis de Pablo Iglesias. La campaña estatal empieza ahora y tenemos unas candidaturas muy potentes. Queremos ya no solamente que se oiga la voz valenciana en el Consejo Ciudadano Estatal, sino compartir el proyecto en la Comunitat Valenciana. Un proyecto de reconstrucción del país.
¿Ven factible la integración de las candidaturas?
En febrero le propusimos que formara parte del proyecto para fortalecer su figura como síndica, que hace una labor fantástica. Proponemos un modelo de tres patas cohesionadas que se arropen mutuamente. Tenemos que potenciar los diferentes perfiles y que se note que Podem está en las calles, que la gente vea que tenemos un proyecto. Ojalá no me diga que no. Pero que no me digan que no me motiva mucho. Soy una persona sorda y toda la vida me han dicho que hay cosas que no puedo hacer y me ha motivado más.
A Davó le han manifestado su apoyo los compañeros del grupo parlamentario y el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau. Es cierto que a usted le han apoyado compañeros como Héctor Illueca y otros miembros de la dirección que están en Madrid ¿Se siente respaldada por el partido en las Corts Valencianes?
Bueno, los protagonistas del proyecto son la militancia, no me gusta hablar de personalismos. El proyecto que tenemos apoya la presencia de Podemos en el Gobierno y del grupo parlamentario, del que formo parte. Queremos un proyecto plural y horizontal, en el que todas sumemos y priorice el interés general. Por eso digo que la unidad se construye desde la militancia. No podemos permitir acuerdos desde el despacho porque somos la gente, somos las calles, el único instrumento que va a hacer posible ser un puente.
En el último proceso interno rechazaba la idea de entrar en un Gobierno con el PSPV. Dijo que Ximo Puig formaba parte de la trama, en aquella campaña que denunciaba a los poderes mediáticos, económicos y políticos. ¿Sigue pensando lo mismo?
Hemos aprendido que debemos estar en el Gobierno, la necesidad de pactar a través de diálogo. Y hemos demostrado que estando dentro del Gobierno facilitamos medidas sociales que cuidan a la gente y no dejan a nadie atrás. La lealtad del Gobierno está, pero no es incompatible con la lealtad al pueblo. Este diálogo es últil, somos útiles dentro del Gobierno, tenemos poquito pero estamos haciendo cosas. Comparamos las medidas tomadas en la crisis de 2008 y ahora estamos tomando medidas por el alquiler de vivienda, la conciliación... El PSOE tiene una parte más liberal y Podemos es necesario en el Gobierno para atraer al PSOE hacia nuestras políticas sociales. Valoramos el cumplimiento de los acuerdos y la honestidad. Si hablamos de que empiezan las dudas con la reversión del hospital de Torrevieja podemos decir 'mira, esto está en un acuerdo'. Ahora debe ser una fortaleza blindar lo público.
Entiendo que el president Ximo Puig está sometido a muchas presiones, yo también las sufro, por eso necesitamos un partido que nos arrope. Por supuesto tenemos lealtad al Gobierno.
La candidatura habla de un proceso de “moquetización” de Podemos, también señalada por algunos medios. ¿Por qué cree que se ha producido?
Necesitamos un partido que nos ayude a que las instituciones no nos absorban de esa manera, un partido en el que la gente nos ayude a mejorar. Hay que buscar un equilibro. La política se tiene que hacer con un pie en las instituciones y cien en la calle. Por eso creo que Podem necesita ese cambio, esa recuperación, para gobernar para la gente y con la gente.
¿Por eso plantea una persona en cada pata?
La idea es la reconstrucción del país e ir todos a una, como propone Pablo Iglesias, asumiendo el reto.
Usted viene del Senado y de la estructura de organización estatal. Su opuesta, del municipalismo. ¿Su perspectiva, qué puede aportar al proyecto?
Yo vengo de las asociaciones, de los movimientos sociales. Quiero construir un Podem horizontal, que no entienda de arriba y abajo. Hace falta fortaleza en los círculos, contacto diario con nuestros vecinos y vecinas y recoger todas esas inquietudes. Queremos un Podem que esté vivo y activo, no solo en las instituciones.
¿Es compatible, por carga de trabajo, formar parte del Consejo Estatal y en la secretaría general autonómica?
Sí. El nuevo documento [organizativo] compatibiliza ambas figuras. Ahora se llamará coordinadora autonómica y habla de menos poder para los secretarios generales y más poder a los círculos, a la militancia. La idea es la reconstrucción del partido; teniendo un partido, construyendo el partido, tener esa responsabilidad va a ser fantástico, vamos a repartir esa carga. Se busca una organización más comarcal.
Podemos ha hecho bandera del feminismo desde sus inicios, aunque su liderazgo ha sido principalmente masculino. Es la primera vez que el partido en la Comunitat Valenciana estará liderado por una mujer. Además de lo que implica para la representación de las mujeres ¿Qué significa feminizar la política?
Podemos empezar con honestidad, transparencia, diálogo, cuidados. En resumen. Así tendremos un partido feminista y alegre, es la base. La pluralidad. Aprender del diálogo con las discrepancias. Eso facilitará la construcción de políticas enfocadas a fortalecer lo público desde una perspectiva feminista. Tenemos que tener objetivos comunes, todas a una.