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La política valenciana de PP y Vox contra incendios en año de sequía grave: menos fondos y precariedad para los bomberos

Laura Martínez

21 de abril de 2024 23:38 h

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“Quien siembra recortes, recoge cenizas”. Es la advertencia que los bomberos forestales valencianos han convertido en su lema. El servicio de emergencias lleva tres concentraciones en lo que va de curso y amenaza con una huelga si la Generalitat Valenciana no atiende a sus demandas. Piden más medios y más efectivos para hacer frente a un año que se prevé anómalo por los efectos del cambio climático, pero se encuentran con evasivas de un Ejecutivo que tiene a miembros que niegan la evidencia.

Las condiciones climáticas abocan a un escenario sin precedentes. Se van a producir incendios con riesgo elevado todo el año, se acabaron las temporadas. José Ángel Núñez Mora, responsable de climatología de Aemet, señalaba recientemente: “No hay precedentes de un año hidrológico ni tan seco ni tan cálido. Estamos en una situación climática nueva”. “La situación climática de los últimos meses ha sido extrema, sin precedentes tanto en sequía como en temperatura”, algo que lleva a la Agencia Estatal de Meteorología a meditar un cambio en los índices de peligrosidad. Hay sequías intensas y son cada vez más frecuentes los episodios de temperaturas elevadas fuera del verano, algo que convierte el monte en combustible. “El periodo de incendios fuertes y peligrosidad ha pasado de 3 a 10 meses”, subraya Miquel Ferriz, representante de los bomberos forestales. Si no llueve en mayo y junio, la temporada será difícil.

Lejos de una intensificación de las labores de prevención, la respuesta del Gobierno valenciano del PP y Vox ha sido un recorte en los recursos. Así lo han denunciado los partidos de la oposición, pero también los ayuntamientos y los sindicatos de bomberos. El Ejecutivo ha recortado las partidas contra el cambio climático, también las de prevención y extinción de incendios, con 18 millones de euros menos respecto al año anterior, y los grupos que lo sustentan se escudan en que viene heredado. Los bomberos lo desmienten y apuntan que, si bien el anterior Gobierno del Pacto del Botánico no era la panacea, su situación ahora complica su labor. Recuerdan además que el proyecto de la Unidad Valenciana de Emergencias que impulsó el Consell del Botànic ha sido descartado por el bipartito del PP y Vox. Se han reducido los turnos de refuerzo, que pasan de ocho a seis meses, pese a que los expertos coinciden en que la peligrosidad ha ampliado la temporada. El pasado martes los forestales protagonizaron una sonora protesta frente al Palau de la Generalitat Valenciana y reclamaron la dimisión de la consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez (Vox), quien los recibirá junto al presidente Carlos Mazón este martes.

Los bomberos forestales se encuentran en una situación precaria. De una plantilla cercana a las 900 personas -administrativos incluidos-, hay cerca de 300 personas con su plaza sin estabilizar en la Sociedad Valenciana de Gestión Integral de Servicios de Emergencias. “Las unidades de refuerzo de seis meses no son un operativo del siglo XXI, está caduco”, denuncia Ferriz, que es también uno de los representantes sindicales. Con refuerzos, los efectivos alcanzan las 800 unidades; sin ellos, son 600 para el trabajo anual. La propuesta de los sindicatos de bomberos forestales es un tercer turno que integre a los refuerzos para estar operativos las 24 horas -actualmente lo están de 11 a 21 horas en dos turnos- y funcionar con mando único. Añaden también que hay vehículos en mal estado que requieren reparaciones constantes, compañeros de más de 60 años que están en primera línea de fuego y que la falta de personal de apoyo desde que se retiró la encomienda a Tragsa ha provocado que “no hay ni gente que lleve bocadillos cuando trabajamos en los incendios”. “Hubo una temporada que no había ni jabón para los equipos de protección, ni motosierras”, denuncia un trabajador.

Tras la protesta, los seis sindicatos -CGT, SPPLB, CCOO, UGT, EMAD y CSIF- emitieron un comunicado conjunto en el que denunciaban: “La situación de sequía actual que está sufriendo todo el territorio valenciano nos está mostrando ya desde principios de año la dura temporada de incendios forestales que nos espera. Los bomberos y bomberas forestales llevamos avisando de hace tiempo que, junto con la situación de precariedad en la cual se encuentra el servicio, la sociedad valenciana se encuentra ante una 'tormenta perfecta' de negativas consecuencias. Pedimos poder trabajar con seguridad y eficiencia para poder dar el servicio que necesita la ciudadanía y nuestro patrimonio natural”. También criticaban la falta de respuesta de la consellera de Justicia, con quien se reunieron en febrero, y el plan estratégico del que aún no saben nada.

Mientras reclaman recursos, los efectivos tratan de hacer divulgación en sus redes sociales para concienciar a la población. El abandono del campo es un factor de riesgo, y la respuesta debe ir más allá de “limpiar” los montes: hay que devolver la vida al entorno rural, apoyar actividades de productores locales que lo mantienen.

Los grupos de la oposición, PSPV y Compromís, llevan meses dando la voz de alarma. Ya en los presupuestos de la Generalitat advirtieron de un recorte de 13 millones de euros en la contratación de bomberos forestales, otros dos millones en ayudas a los municipios para la prevención de incendios y un “tijeretazo del 40% al presupuesto de contratación de personal para limpiar caminos y términos municipales” a través del servicio de empleo Labora. Compromís estudia acciones judiciales por la forma de proceder del gobierno del PP y Vox “en la Generalitat respecto al incendio forestal que ha afectado a las localidades alicantinas de Tàrbena, Xaló, Alcalalí y Parcent. ”Ese es el panorama respecto a hacer frente al fuego de un gobierno negacionista del cambio climático, que manipula los niveles de riesgo de incendio y permite que, en días de alto riesgo, se hagan quemas agrícolas“, ha denunciado su portavoz Joan Baldoví, que se ha reunido con los alcaldes afectados.

Los ediles trasladan su “profunda preocupación por los recortes del PP y Vox en los dispositivos de prevención de incendios y en el despliegue de medios para hacerles frente” y recalcan que afectan a los municipios más pequeños, que además están en las zonas más vulnerables al fuego. Los alcaldes de Xaló, Alcalalí, Ràfol, Dénia, Orba, Gata, Jesús Pobre, Els Poblets, Ondara, Vall d'Ebo, Pedreguer y Altea, reunidos el viernes, criticaron “la falta de previsión para hacer frente a posibles nuevos incendios en unas comarcas donde la sequía está siendo especialmente intensa”.

Los socialistas han presentado una serie de preguntas en las Corts Valencianes sobre los recortes, que vinculan directamente con la ideología “negacionista” de Vox, responsables en el Consell de Interior y Agricultura. Alicia Andújar, diputada del PSPV, denuncia que el 42% de las plazas de unidades de refuerzo de bomberos forestales están por cubrir y que “la mayor parte” de las bases “carecen de material necesario”. Por su parte, Podemos ha presentado una pregunta en la Comisión Europea sobre “la desprotección de los bomberos forestales” y la “vulneración de derechos”. Los efectivos forestales, a la espera de la reunión, se mantienen en pie de guerra.