Vox va a poner en un aprieto al presidente de la Generalitat Valenciana, el popular Carlos Mazón, como parte de su estrategia nacional. Están en el aire los presupuestos autonómicos, la negociación de los órganos estatutarios y también la posición del partido ante cualquier iniciativa. La formación que dirige Santiago Abascal envía a su número dos a Valencia, horas antes de comenzar el primer debate de política general, a fijar posición sobre las negociaciones del grupo con sus exsocios en el primer cara a cara parlamentario tras la ruptura.
El partido de ultraderecha lleva semanas amenazando al PP con dejar caer sus presupuestos si no da un giro en la política migratoria, que es competencia del Gobierno central. Vox insiste en condicionar su apoyo a las cuentas públicas a que el PP deje de “abrazar” las ideas del PSOE de Pedro Sánchez, en una cuestión tan ambigua que lo convierte en un socio poco fiable para los populares. Mientras que en la Comunitat Valenciana los diputados afirman que están dispuestos a negociar con la Generalitat, la dirección nacional insiste en que la propuesta será “unitaria” y versará sobre su línea roja.
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, que ha organizado una reunión con los diputados valencianos este martes, ha insistido en que Mazón debe demostrar “si está dispuesto o no” a realizar políticas de extrema derecha. “Yo no sé en qué Partido Popular está Mazón, si en el de Feijóo o en el de Mazón, pero la realidad es que siguen amparando las políticas de la inmigración ilegal, no apuestan de manera decidida por garantizar la libertad lingüística, no apuestan por una revolución fiscal como nosotros proponemos”, ha apuntado el número dos del partido. Garriga ha insistido en que Vox está por la labor de “protagonizar un cambio” y creen que los populares no van a seguirles.
Pese al discurso centralizado, el secretario general insiste en que la decisión que tome la dirección nacional se va a “meditar” y apoyar en un “diálogo abierto”, para acto seguido recalcar que los diputados autonómicos de Vox “tienen algo que es la coherencia, la unidad del mensaje”. “Todas las decisiones de Vox se hablan, se meditan y se toman de manera unitaria”, ha insistido el dirigente ultra, subrayando la distancia con el PP.
Pese a las amenazas, el Consell de Mazón insiste en buscar su apoyo para sacar adelante sus segundos presupuestos. La portavoz del Ejecutivo valenciano y consellera de Hacienda, Ruth Merino, insiste en buscar el apoyo de la formación ultra, sin el cual las cuentas que presente en un mes están condenadas al fracaso. La portavoz considera que la postura de Vox sobre los presupuestos, como la salida del Consell, es “una decisión centralizada que no atiende a los intereses de la Comunitat Valenciana” y recuerda que la autonomía no tiene competencias en migración. El propio Mazón defiende la gestión del gobierno compartido, recordando que la salida de Vox fue decisión unilateral de Madrid, y aboga por que los partidos “cumplan con su obligación”, “que es elaborar, presentar y a continuación dialogar con todos los grupos los mejores presupuestos que merece y necesita la Comunitat Valenciana”
El de este miércoles será el primer debate de política general del PP en diez años y el primero en las Corts Valencianes en el que hable un presidente en minoría, que pondrá a prueba su capacidad para llevarse a la oposición a su terreno. Será también el primer examen de Mazón esta legislatura, solo dos meses después de la ruptura del Gobierno autonómico.