La primera falla municipal del Ayuntamiento de València dirigido por Joan Ribó (la de este año se heredó del PP) promete no dejar indiferente a nadie, ni en el mundo fallero ni en el mundo político. Bajo el lema 'València, Ca la Trava“ (València casa de la traba, en castellano) el monumento diseñado por el artista fallero Manolo García tendrá como pieza principal el proyecto de torre de telecomunicaciones 'nonato' de Santiago Calatrava para la Ciudad de las Artes y las Ciencias, proyecto que nació en la era socialista y que con la entrada al gobierno de la Generalitat del PP se cambió por el Palau de les Arts. Así el argumento director seran los proyectos pensados y no ejecutados en la ciudad, simbolizados en este caso por dicha torre.
El concejal de Fallas, Pere Fuset, advertía que la próxima falla romperá con los anteriores monumentos de época del PP, y reconociendo que en la Plaza del Ayuntamiento se han plantado “verdaderas obras de arte”, señalaba que la falla era “anómala” porque “no tenían crítica, les faltaba ese espíritu que debe tener una falla: que hablara. Si una falla no habla, no es falla”. Por otro lado también apuntaba Fuset que la falla incluirá crítica “plural” y que “habrá para todos”.
Es más, para legitimar más si cabe la elección del proyecto, se ha recordado que éste ha sido escogido por un jurado de expertos en diseño y en artes plásticas, a su vez elegidos por instituciones invitadas al proceso, a diferencia de la anterior etapa política, cuando eran los concejales del gobierno del PP y de la oposición los que escogían la falla.
Los autores del proyecto también han querido subrayar que la falla no quiere cebarse en la crítica a Santiago Calatrava, sino que se refiere a la ciudad en general y a los proyectos que alguna vez se han frustrado, de ahí el título 'València, Ca la Trava'.
Entre las novedades técnicas para la próxima falla destaca su monumentalidad, ya que esta será casi el doble de alta con 40 metros (23 metros tuvo la de 2016). Además esta, por sus características, será levantada 'a tomb', es decir, a mano, comparándose la técnica que se utilizará con la que se usaba para levantar los obeliscos en Egipto.
Polémica
El uso de Calatrava como un juego de palabras o ser objeto de crítica pública no es nuevo. Así cabe recordar que Esquerra Unida ya puso en marcha la web 'calatravatelaclava' con la intención de denunciar los proyectos del arquitecto, sus problemas y especialmente su coste.
Pero esta iniciativa política fue denunciada por el propio Santiago Calatrav quien consideraba que era una intromisión al honor, y había injurias y vejaciones, por lo que condenó a EU a una multa de 30.000 euros. Pero esta multa únicamente afectaba al nombre de la web que tuvo que cambiarse por otro reivindicativo 'calatravanonoscalla', porque el mismo juez admitió la legitimidad de la crítica al arquitecto.