Si hace un mes sonaban tambores de guerra en el núcleo de Més Compromís, ahora lo que suenan son los teléfonos de los dirigentes. Las tres corrientes que optan a dirigir el partido mayoritario en Compromís mantienen negociaciones en varias direcciones en busca de un acercamiento que calme los ánimos de cara a su primer cónclave en la oposición, que se celebra desde el 19 de octubre en Albalat dels Sorells.
La coalición quiere evitar dar la imagen de una guerra interna, que debilitaría a un partido que necesita reconstruirse para los próximos procesos electorales, previstos para 2027, por lo que las candidaturas de la actual secretaria general, Amparo Piquer; la diputada en Les Corts Mònica Àlvaro y el exalcalde de Oliva David González han intensificado el acercamiento. La idea es que no haya tres candidaturas o, al menos, que aunque haya debate interno el congreso sea de unidad.
La candidatura del exalcalde de Oliva busca ejercer de bisagra entre los enfrentados Reviscola -antiguo Bloc i País, liderados por la diputada Mònica Álvaro- y la dirección actual, en la que se integran la mayoría de cargos de los valencianistas, bajo el liderazgo de Amparo Piquer. Las dos dirigentes representan a espacios enfrentados en cuestiones orgánicas y en la que los primeros consideran que no se ha priorizado lo suficiente el elemento valencianista de la marca. Donde encuentran consenso las fuerzas es en que Compromís debe dejar de ser una coalición y empezar a andar como una federación de partidos, con órganos de gobierno mejor definidos.
La candidatura de González -Compromís Pel País Valencià-, que ha visitado la sede elDiario.es en Valencia, es bastante crítica con la dirección actual, a la que afea procedimientos “poco democráticos” durante las decisiones importantes que ha afrontado la coalición, como las alianzas estatales o las listas electorales. El malestar con la plataforma que dirige Yolanda Díaz explotó con la imposición de Txema Guijarro, entonces integrante de Podemos, como número uno por Alicante, cuando los valencianistas habían consensuado con otros espacios políticos otros nombres. Los procesos para ratificar la alianza fueron apresurados y no se dio a la militancia otra opción, critica González.
El exalcalde de Oliva y exresponsable del Instituto Valenciano de Estadística recoge el malestar de algunos colectivos locales, que se han sentido descuidados en los años del Gobierno del Pacto del Botánico. En ese sentido, propone una campaña de apoyo a los colectivos locales y la apuesta por la creación de nuevos para poder competir con el PSPV-PSOE, sobre todo en los municipios del sur de Alicante. A su juicio, la situación de Compromís dificultaba la toma de decisiones, con órganos que llevaban años sin convocarse, y echa en falta la formación de cuadros del partido de implantación municipal.
La candidatura Compromís pel País Valencià propone un acercamiento en busca de un programa común -ha suministrado un documento de 10 puntos- y una fórmula que permita una ejecutiva que integre las sensibilidades: “No lo damos por imposible”, afirma en conversación con elDiario.es. Justo este lunes ha habido negociaciones. En las dos próximas semanas se verá si el resto recoge el guante. El reglamento de Més hace posible que la negociación se apure hasta prácticamente la votación, una tradición entre los valencianistas.