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Ciudadanos negociará la bajada del listón electoral ante el temor a quedar fuera del parlamento valenciano como Esquerra Unida en 2015

Los partidos que componen el Acuerdo del Botánico y Ciudadanos quieren recuperar el debate de la reforma de la ley electoral valenciana y bajar el listón de entrada al Parlamento autonómico del 5% al 3%. La reforma de la norma, que incluye la barrera electoral más alta del Estado español, fue objeto de discusión durante la pasada legislatura y terminó en fracaso absoluto, sin conseguir los apoyos necesarios pese a las negociaciones.

El grupo parlamentario de Ciudadanos, que había negociado con PSPV, Compromís y Podemos unos mínimos para la nueva norma, reforzó su posición y puso entonces como línea roja el cambio a la circunscripción única y una mayor proporcionalidad. Estas cuestiones requieren la modificación del Estatut d'Autonomia y los plazos, en septiembre de 2018, eran inasumibles para aprobar la norma antes de la disolución de las Corts Valencianes para las elecciones. El Estatut fija que “la Ley Electoral Valenciana garantizará un mínimo de 20 diputados por cada circunscripción provincial, distribuyendo el resto del número total de los diputados entre dichas circunscripciones, según criterios de proporcionalidad respecto de la población, de manera que la desproporción que establezca el sistema resultante sea inferior a la relación de uno a tres”, en su artículo 23.

Las formaciones del Botànic y Ciudadanos quieren recuperar aquel proyecto de ley fallido en el nuevo periodo de sesiones, que arranca el 7 de septiembre tras el parón estival y tras centrar los esfuerzos políticos de los últimos meses en las consecuencias de la pandemia de la COVID-19. Antes del confinamiento, el portavoz de la formación naranja, Toni Cantó, explicó en un desayuno informativo su intención de reformar el proyecto y rebajar las líneas rojas, que ya no requerirían de una modificación del Estatut, con intención de acercarse a una mayor proporcionalidad entre circunscripciones. En la práctica, esto implica restar algunos diputados a la provincia de Castellón -hasta un mínimo de 20- y repartirlos entre Valencia y Alicante. Con la norma actual, a la circunscripción de Castellón le corresponden 24 escaños en las Corts Valencianes para 580.000 habitantes.

La reforma de la ley electoral es uno puntos del segundo Acord del Botànic, suscrito el pasado julio por PSPV, Compromís, Podemos y Esquerra Unida. Compromís lideró en la pasada legislatura la reforma de la ley, que incluía fórmulas paritarias y reducción de la propaganda electoral, entre otras medidas. El listón electoral del 5% en el conjunto de la Comunidad Valenciana ha pasado factura a un buen número de formaciones en las elecciones autonómicas valencianas: Unió Valenciana quedó fuera de las Corts Valencianes en las elecciones de 1999 con un 4,7% de los votos; el Bloc, ahora parte de Compromís, quedó dos veces cerca del 5% y no entró en el parlamento hasta incorporar la fórmula de la coalición; Esquerra Unida, con 10 diputados en sus mejores tiempos, quedó sin representación parlamentaria en 2015 con un 4,26% de los votos, aunque logró la entrada en las últimas autonómicas de la mano de la alianza Unidas Podemos. Ahora son tanto los morados como Ciudadanos quienes ven peligrar su posición.

La formación que lidera Pilar Lima pasó en los últimos comicios de 13 a 8 diputados, perdiendo 69.000 votos y un 4% de los apoyos, un descenso que también se comprobó en las elecciones generales y se agravó en las autonómicas vascas y gallegas. Ciudadanos aumentó su representación en las autonómicas del 28 de abril, con cinco diputados más y hasta 18 representantes, pero el ritmo de la formación a nivel estatal ha ido cuesta abajo y sin frenos. En seis meses, pasó de tener 57 a 10 escaños en el Congreso; su hasta entonces líder, Albert Rivera, dimitió y volvió al sector de la banca privada y en el País Vasco y Galicia, los dos últimos termómetros electorales, es un partido más irrelevante que Podemos; en el primer caso concurrieron en coalición con el PP y entre ambos sumaron 5 escaños; en el segundo, no llegaron ni al 1% de los votos. Su último bastión electoral y oportunidad de romper esta tendencia serán los próximos comicios catalanes, aún sin convocar, donde la formación nació haciendo oposición al independentismo y arrebatándole la posición al PP.