Compromís y Sumar, la plataforma que lidera Yolanda Díaz para aunar a la izquierda en las elecciones generales, avanzan en las negociaciones para ampliar el proyecto político. La coalición valencianista ha mantenido ya el primer encuentro con el equipo de la también vicepresidenta del Gobierno y, aunque el acuerdo está en fase embrionaria, han encontrado buena sintonía.
Los valencianistas buscan una coalición amplia, aunar a los partidos de la izquierda democrática al margen del modelo bipartidista para construir una mayoría. Y en ese modelo han encontrado en Sumar a un interlocutor que les agrada. De momento, apuntan que las diferencias son mínimas y no encuentran ningún escollo que sea insalvable para formar parte de la plataforma. En cualquier caso, será la militancia y los órganos de dirección de los tres partidos que componen la coalición (Més, Iniciativa y Verds-Equo) quienes avalen el acuerdo, una votación que tendrá que darse antes del viernes 9 de junio.
Compromís ha reclamado tener un perfil propio, que su identidad no se diluya en una sopa de siglas, un protocolo claro de trabajo y que el programa electoral incluya la agenda valenciana, unas cuestiones que, según apuntan, en el equipo de Sumar entienden. “Tenemos un objetivo común: que no esté Feijóo ni Vox” en la Moncloa, subrayan fuentes conocedoras de la negociación, que recalcan que lo más importante es “lograr un acuerdo que permita tener políticas progresistas en el Gobierno”. Los valencianistas buscan un aliado estatal con sensibilidad territorial y que defienda sus políticas públicas y creen que el movimiento de la vicepresidenta del gobierno va en esa dirección. “Queremos hablar de programa, de políticas públicas y de cambiar la realidad del país”, señalan.
La coalición apunta que, en el espacio político que comparten, es la fuerza mayoritaria de la izquierda. Pese a la pérdida del Gobierno del Botánico y del Ayuntamiento de València, han logrado 15 diputados y un 14,3% en las autonómicas y 662 concejales y un 13,3% del voto en las municipales, la tercera fuerza del arco valenciano y la segunda fuerza de izquierdas tras el PSOE en la Comunitat Valenciana. Por ello consideran que la interlocución debe ser directa con la plataforma, que integrará a las formaciones que considere a nivel estatal, y no en varios frentes. “Compromís quiere una relación bilateral con Sumar, que es la realidad diferente en la Comunitat Valenciana”, apuntaba Alberto Ibáñez, coportavoz de Compromís, en Carne Cruda este jueves.
Los valencianistas abogan por llevar la negociación con discreción y aseguran que no ha puesto líneas rojas en el acuerdo, aunque recalcan que la interlocución sea directamente con Sumar y que la coalición lidere las candidaturas valencianas. “Compromís no ha vetado a ningún partido. Lo que hemos propuesto siempre es sumar, cooperar, y es algo que forma parte de nuestro ADN. No hemos puesto líneas rojas”, reiteraba Ibáñez.
Uno de los puntos clave de la negociación será el protocolo de actuación. Tras el trauma que supuso la candidatura conjunta con Podemos en las generales de 2015 y de 2016, tras las cuales la negativa del Congreso a permitirles formar grupo propio llevó a sus diputados al grupo mixto, la coalición quiere tener clara cuál será la forma de operar para los representantes de la plataforma y los aspectos técnicos del grupo: cómo repartirán tiempos, los gastos en la Cámara Baja, las propuestas y las intervenciones. El acuerdo con Más País ha funcionado bien, reconocen, aunque siempre hay cuestiones que ajustar.
Por el momento rechazan hablar de la posibilidad de tener un grupo parlamentario propio y apuntan que no están pensando en cuántos diputados obtendrán. En las últimas legislaturas se han movido entre los nueve diputados valencianos de la candidatura conjunta con Podem y Esquerra Unida -de los que cuatro eran diputados valencianistas- y el escaño de Joan Baldoví en las dos últimas convocatorias electorales. Podemos obtuvo cuatro diputados por la Comunidad Valenciana en la última convocatoria de elecciones generales.