El vicepresidente segundo de la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, se ha mostrado “perplejo” por comparecer ante la Comisión de Obras Públicas de las Corts Valencianes para responder sobre su relación profesional con la Fundación CEPS, que está “extinguida hace muchos años”. En una bronca intervención, el también conseller de Vivienda ha remarcado que esta entidad “nada tiene que ver” con su papel en el Gobierno valenciano y ha espetado a la oposición: “Es como si estuviera ante la inquisición”.
Dalmau ha comparecido a petición del PP y Vox en una comisión sobre infraestructuras donde ha sido preguntado por unas ayudas de cooperación concedidas por Ejecutivos del PP. Así, ha considerado que está “fuera de lugar” ya que no se refiere a su etapa como cargo público y ha afeado a la oposición que parezcan “más centrados en destruir al adversario en mitad de una pandemia que en su faena”. “Entiendan que ustedes no tienen patente de corso para preguntar sobre cualquier cosa, ni carta blanca”, les ha reprochado.
El dirigente de Unides Podem ha indicado que tiene un capítulo publicado en el libro “Los orígenes latinoamericanos de Podemos”, de Manuel Alcántara, donde explica el papel de esta entidad y su función y ha regalado la publicación a los portavoces de los diferentes grupos.
“El que ustedes sean diputados no quiere decir que puedan escudriñar y buscar en la vida de una persona más allá de su gestión”, les ha afeado, y ha criticado que “desconocer los límites” del parlamentarismo “nos lleva directamente al autoritatismo” y “vulnera la esencia de la sesión de control”. “Supone vulnerar la democracia”, ha aseverado, por lo que les ha pedido que “estén a la altura”.
Por ello, ha incidido en que esta comisión “no es competente para esta cuestión”, ya que trata temas de cooperación, “ni mucho menos para examinar la vida profesional de un conseller hace 20 años”. Además, ha indicado que la consellera del ramo, Rosa Pérez Garijo, ya compareció en septiembre de 2020 sobre esta cuestión. No obstante, sí ha pedido disculpas por no asistir a comparecer la última vez que se le citó por problemas de agenda.