Acció Ecologista-Agró ha entregado en el Parlamento Europeo una denuncia contra la Generalitat Valenciana por los abusos en la extracción de biomasa forestal y el “escandaloso reparto” de las subvenciones europeas destinadas a este sector. Los ecologistas consideran que la administración valenciana ha infringido la normativa comunitaria, concretamente en el uso de Fondos Feader que sirven para financiar actuaciones de extracción de biomasa forestal con un gran impacto medioambiental en los bosques valencianos.
Esta denuncia, en la que han colaborado colectivos conservacionistas valencianos agrupados en la plataforma Bosc Viu, recoge las argumentaciones legales y documentos e informes sobre cómo se realiza la extracción y cómo se reparten las ayudas. Todo ello incluido en un anexo de más de un centenar de páginas, una documentación que los ecologistas también han puesto en conocimiento de los grupos parlamentarios valencianos, así como de la conselleria de Territorio y Medio Ambiente, “que ha recibido las denuncias y, en teoría, supervisa el proceso”.
Así, el colectivo ecologista ha insistido en que la extracción de biomasa se ha realizado, al menos en los casos detectados e informados, de forma “muy agresiva” con el medio ambiente, “incluso en lugares que forman parte de espacios naturales protegidos o en zonas calcinadas recientemente”. Por tanto, han denunciado que se ha vulnerado la ley forestal, las recomendaciones de la conselleria y el ministerio, así como las indicaciones de carácter científico y técnico de las universidades y centros de investigación“.
Todo ello, advierten, resulta “impensable” en unas actuaciones que “deben estar autorizadas y supervisadas por la conselleria que son posibles gracias a los fondos europeos con finalidad ambiental y de promoción del desarrollo rural. Se presenta la ironía que el objetivo es la sostenibilidad ambiental y la lucha contra la desertificación cuando lo que resulta es un desastre ambiental”.
Ayudas que “benefician sólo a unos pocos”
Por otro lado, las ayudas concedidas -de las que Conselleria aporta un “insignificante” 0,51%, pero reparte las subvenciones, las regula y las supervisa- se han otorgado “de forma muy desigual y benefician sólo a una pocas empresas que copan la mayoría de las ayudas y a unos cuantos grandes propietarios”.
En este sentido, han censurado que más del 75% de estas ayudas van a parar a ocho empresas y territorialmente se concentran en unas pocas comarcas, “de las 12 demarcaciones forestales, dos acumulan el 50% del dinero concedido”, ante lo que “sorprendentemente, desde la conselleria afirman que normal y correcto, pese a las evidencias en contra”.
Peticiones de los ecologistas
Por ello, conselleria ha solicitado a las autoridades europeas que comprueben estas denuncias sobre la extracción de biomasa forestal y que no apruebe más ayudas para esta actividad, “promocionada por el Consell”, mientras no se cumplan de forma demostrable y fiable requisitos como: que la biomasa forestal extraída sea realmente residual y su extracción sea selectiva; que no dejen suelo forestal desprotegido y sin una adecuada cobertura vegetal; que no se dañe suelo forestal con la utilización de maquinaria y vehículos pesados para la apertura de pistas y caminos.
Así mismo, reclaman que no se dañe la biodiversidad de los ecosistemas forestales valencianos; que no afecte a espacios protegidos ni a la regeneración de los ecosistemas calcinados; que exista una estricta y clara reglamentación en relación con las cautelas ambientales a adoptar; que se cumplan estricatamente las condiciones establecidas en la Directiva Europea de Energías Renovables y que exista una supervisión independiente de los efectos ambientales reales, sobre el terreno, originados por la aplicación de las ayudas a la extracción de biomasa... “hasta el momento todos estos requisitos no se están cumpliendo”.
No obstante, Agró aclara que no se opone a la utilización de la biomasa forestal, “siempre que sea realmente residual y que su extracción sea selectiva y efectuada con respeto al medio ambiente”, así como tampoco se oponen a las ayudas europeas, “pero queremos que se destinen a un desarrollo rural real, sostenible y equitativo y que favorezca al medio ambiente y no sirva para destruirlo”.