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Jornada de protesta en el interior de las Corts Valencianes. El pleno aprueba este jueves la admisión a trámite y el procedimiento de urgencia para cinco leyes de PP y Vox, entre las que se encuentra la que derogará la ley de memoria democrática y la sustituirá por una de “concordia”.
Los grupos progresistas, PSPV y Compromís, han acudido este jueves a la Cámara con multitud de referencias a las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo, ante lo que consideran una “involución” democrática. Los diputados socialistas han exhibido fotografías de represaliados, que han mantenido durante toda la sesión de control al Consell.
El portavoz socialista, José Muñoz, ha preguntado al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, si considera que el franquismo fue una dictadura. Tras la respuesta afirmativa -“léame los labios: sí”, ha dicho, para después preguntarle si “tiene un problema con el franquismo”-, Muñoz ha criticado la norma que empieza a tramitarse. La ley, que viene del programa político de la ultraderecha, “dignifica el franquismo (...) dignifica a los que represaliaron a los que lucharon por la libertad”, ha criticado el portavoz.
“Yo no tengo ningún problema con el franquismo, usted lo tiene con la democracia (...) El fascismo con el que se sienta está en Hungria, Francia, Italia. Usted le abrió la puerta a la extrema derecha, pacta con ellos”, le ha reprochado el socialista al líder popular. El presidente de la Generalitat ha respondido leyendo un fragmento de A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales, crítico con grupos anarquistas y comunistas. El mandatario ha recogido una de las imágenes, la del poeta Miguel Hernández, y la ha colocado en su asiento junto a su ordenador; a cambio, le ha dado a Muñoz el volumen con el fragmento subrayado.