La dirección del PSOE fuerza un pacto en torno a Diana Morant para liderar el socialismo valenciano

Laura Martínez

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La dirección federal del PSOE llamó a consultas a los candidatos a dirigir la federación valenciana para tratar de sellar la paz. Tras una reunión de más de tres horas en la sede de la madrileña calle de Ferraz, los tres candidatos para relevar a Ximo Puig al frente del PSPV han alcanzado un acuerdo: la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, será la secretaria general del partido. A cambio, los dirigentes provinciales de Valencia y Castellón, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, tendrán capacidad de decisión en la Ejecutiva autonómica, que se formalizará en el congreso del 22 de marzo. El encuentro, iniciado a mediodía, se ha prolongado hasta la noche para concretar el acuerdo, más de 9 horas. El miércoles habrá una segunda ronda para pulir los detalles.

Según fuentes cercanas a la negociación, se ha producido la intervención del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para cerrar las negociaciones. Estás fuentes aseguran que ha sido determinante su papel para que los dos oponentes a Morant aceptaran una integración. Uno de los principales escollos era la secretaría de Organización, la mano derecha de cualquier secretario general. Según el reparto acordado, será alguien de confianza de Morant.

Los dirigentes provinciales han sido convocados de urgencia por el secretario de Organización, Santos Cerdán, apenas 24 horas después de formalizar sus candidaturas. Hasta el lunes, todo parecía indicar que el partido iría a unas primarias en las que se batirían los tres, con una primera vuelta para ver su peso real y una segunda más parecida a la guerra. Tras el cónclave forzado por la dirección federal, se ha llegado a un acuerdo de integración en el partido. Será la tercera vez que no haya una fuerte pugna en la federación valenciana.

Los candidatos han emitido un comunicado conjunto en el que aseguran que “la finalidad es crear un nuevo proyecto político ilusionante, alineado con el proyecto que representa Pedro Sánchez” para “vencer a las derechas”. “El acuerdo impulsa un proyecto de partido plural”, apunta el comunicado. Pese a las llamadas al diálogo, la reunión y la llamada de Ferraz pueden generar grandes heridas en el partido, aún cuando el objetivo era cerrarlas

Tras semanas de negociaciones fallidas, los secretarios provinciales de Valencia y Alicante presentaron el lunes sendas candidaturas para la secretaría general del PSPV-PSOE, en un acto que se interpretó como un desafío. Esa misma tarde presentó la candidatura la ministra, que fue la única que escogió el formato mítin, en un acto en el que marcó algunos paralelismos con Pedro Sánchez y apeló directamente al presidente del Gobierno y del PSOE.

La ministra, en una plaza abarrotada de militantes, pidió a las bases socialistas que respalden su proyecto para liderar también el partido en las próximas elecciones autonómicas: “Os pido permiso para que me dejéis salir a combatir a la derecha y ganar”, ha planteado, para después reclamar un proyecto que pueda “superar las lamentaciones, la división, las nostalgias” en el socialismo valenciano. “Pido el permiso de cada uno de los militantes para plantar cara a la derecha y a la extrema derecha; desde ya, desde la secretaría general, desde el PSPV, desde el Gobierno. Toda la fuerza será necesaria para hacer que esta gente no deshaga todo lo bueno realizado en los últimos ocho años con Ximo Puig. Sumemos a todos los compañeros: hacemos falta todos, no sobra nadie”, enfatizó. Tras ello, ha pidió tener “la misma valentía que tuvo Pedro Sánchez” tras el 28M para que los socialistas valencianos ganen en 2027 las elecciones autonómicas.

Hasta el momento, el partido no había explicitado una posición clara, aunque los mensajes se han dejado leer entre líneas. El primero y el más claro, el de Santos Cerdán, el secretario federal de Organización, que tras el discurso de salida de Ximo Puig pidió a los socialistas valencianos un proceso pacífico, actuar “juntos y unidos”. De eso hace poco más de un mes, tiempo que en la memoria de un proceso congresual parece un año.

Que alguien del Gabinete de Pedro Sánchez opte a la secretaría general es un apoyo más que evidente para algunos, aunque otros insistían en que no había habido una señal clara y directa por parte de Ferraz. “No es su candidata”, apuntaban en los pasillos, mientras que ante los micrófonos insistían: “A los favoritos los escogen los afiliados”. La última frase la pronunció Carlos Fernández Bielsa el lunes, secundado una hora después por Alejandro Soler.