La exasesora del departamento de prensa del Ayuntamiento de Valencia Elena Rodrigo, que figura como investigada en la parte del 'caso Imelsa' en la que se investiga un presunto blanqueo de capitales en el grupo municipal popular en el consistorio, explicó en su declaración ante la Guardia Civil que dio los 1.000 euros al partido como una donación en la campaña y que los devolvió cuando se los retornaron, algo que no se esperaba, pese a que se sintió “coaccionada” para llevárselo.
Según su declaración ante los agentes, la entonces secretaria municipal del PP, María del Carmen García Fuster, que figura como investigada en la causa, le advirtió que era “obligatorio” cogerlo y que se lo tenía que llevar “sí o sí, no tienes otra opción”. No obstante, ella puso encima de la mesa de Fuster los 1.000 euros asegurando que le daba igual las consecuencias que tuviese a nivel laboral el no coger el dinero porque no lo iba a hacer. García Fuster le dijo no entender por qué se ponía así porque defendió que lo que hacía era “perfectamente legal”.
Rodrigo aseguró en su declaración que donó 1.000 euros al partido aunque “no le hacía nada de gracia” porque se le pidió su jefe, Julio Valero, entonces responsable del prensa de Rita Barberá, quien le comunicó que el pago le sería “devuelto”. No obstante, explicó que pensó que sería si finalmente no se necesitaba ese importe una vez acabase la campaña.
De acuerdo con su versión, ella contestó que no hacía falta que le devolvieran nada y, al cabo de dos días de realizar el ingreso, le llamaron del despacho de Maria Carmen Fuster, quien le dijo que le iban a devolver los 1.000 euros y cree recordar que fue la secretaria de ésta última, María José Pi, quien se lo dio en dos billetes de 500.
A ella la situación le pilló “bastante de sorpresa” y rechazó la devolución porque había sido una aportación a la campaña. Sin embargo, asegura que García Fuster le advirtió de la obligatoriedad de coger el dinero, ante lo que se sintió “coaccionada” y lo cogió por “presión”. Al día siguiente, sin embargo, fue al banco, sacó el dinero y se lo puso encima de la mesa del despacho de García Fuster a la que dijo que como no entendía qué estaba pasando no iba a coger ningún dinero, sin importarle las consecuencias que tuviera. Días más tarde, comunicó a Valero que fuera cual fuera el resultado de las elecciones ella no quería seguir trabajando con ellos“.
“Muy raro”
En su declaración Rodrigo explicó que la que fuera asesora de Grau, Arantxa Martí, le había relatado que sabía del tema porque les habían reunido en una sala a varios asesores y les habían dicho que tenían que realizar el ingreso, que se les iba a devolver, dándoles otra vez instrucciones, lo que Martí había visto como “muy raro”.
Otra exasesora, Nuria Diego, indicó ante la UCO, en una declaración como testigo, que entre Fallas y la campaña electoral de 2015 el jefe de prensa de la alcaldesa, Julio Valero, acudió a su despacho enviado por García Fuster, entregándole un papel con un número de cuenta. Le dijo que el partido necesitaba dinero para financiar la campaña y le pidió que hiciera una transferencia de 1.000 euros a la cuenta bancaria puesto que todos los concejales y asesores la iban a realizar, y que tenía que poner en concepto que era un donativo o aportación.
Según señaló, en ese momento pensó que se trataba únicamente de una aportación voluntaria, pero esta misma persona le dijo después que se pasara por el grupo municipal porque García Fuster le iba a devolver los 1.000 euros, que le puntualizó serían dos billetes de 500. Al preguntar el motivo de la devolución, el asesor le indicó: “Esto es normal, esto se hace en campaña, no te preocupes”, con total naturalidad, según la testigo.
Tras reflexionar sobre esta cuestión, decidió no hacer la transferencia y pasada una semana le recordaron que debía realizarla. Cuando manifestó la negativa, el jefe de prensa se mostró extrañado porque “lo han hecho todos”. Además, le dijo “ya sabes el mal carácter que tiene ésta, si no lo haces puedes tener consecuencias”, refiriéndose a Fuster.
Según manifestó ante la UCO, García Fuster daba “pavor” en el Ayuntamiento por su mal carácter y porque “tenía mucho poder en orden a su cercanía personal, política y profesional” con Barberá.
Además, incidió en que el asesor de la exprimera edil le dijo que las consecuencias de no realizar la donación podían ir más allá de su persona, entendiendo que podía condicionar incluso la permanencia en el puesto de trabajo de su marido, que no tenía plaza fija consolidada.
Aleixandre, el “primero”
La testigo relató cómo después coincidió casualmente con el exedil Vicente Aleixandre y éste le comentó de manera “ostentosa” y con “un tono de voz elevado” que venía de recoger los 1.000 euros del grupo y que había sido “el primero”.
Frente a estas versiones, en su declaración como investigado ante los agentes, Valero afirmó que realizó el ingreso de 1.000 euros en al cuenta bancaria del PP a petición de García Fuster para sufragar los gastos de la campaña electoral y admitió que se lo transmitió también a Nuria Diego, De acuerdo con su versión, esta fue la única ocasión que hizo un ingreso de ese calibre con esa finalidad y afirmó que no le reportaron los 1.000 euros. Preguntado por el motivo por el que al día siguiente de realizar la transferencia ingresó por cajero en su cuenta bancaria 500 euros en efectivo, alegó que lo haría su mujer porque en al cuenta habría poco dinero por haber hecho la transferencia.
La que también fuera asesora del exvicealcalde Alfonso Grau, Arancha Martí, indicó ante la Guardia Civil que un asesor les dijo a ella y a la exasesora de Alcaldía Patricia Isarte que García Fuster le había dicho que tenían que ingresar 1.000 euros en la cuenta del grupo y que luego se los devolvería en efectivo, pero que bajo ningún concepto debían de ingresarlos en su cuenta bancaria.
Gritos de García Fuster
A raíz de negarse a realizar la transferencia, García Fuster llamó a Patricia Iserte para pedirle explicaciones e instándole a que fuera a su despacho. Según indicó, ésta le contó que una vez allí le empezó a gritar diciéndole que tenía que hacer ingreso y si no tenía dinero se lo pidiera a sus padres.
Precisamente ésta indicó ante la UCO que tras el requerimiento para que hiciera el ingreso y su negativa llamó por teléfono a Alfonso Grau, porque tenía confianza con él, y le contó lo sucedido, ante lo que éste le dijo que no era tan grave pero que hiciera lo que hiciera podría tener problemas.
Además, recuerda que los compañeros del grupo municipal hicieron el vacío a los cuatro que no pagaron y que García Fuster le ofreció la posibilidad de darle el dinero por adelantado a la transferencia, suponiendo la testigo que el dinero que le ofrecía era particular de la secretaria.
Al ser preguntada por si conoce de qué cantidad de dinero disponía el grupo, indicó que lo desconoce pero el también asesor Luis Salom le dijo en conversaciones que en el grupo tenían “fajos de dinero en efectivo” y que le enseñó los dos billetes de 500 euros.