El expresidente Francisco Camps reaparece para denunciar ser víctima de una “persecución” por Anticorrupción y jueces “socialistas”
“La Fiscalía Anticorrupción respecto de mí no busca nunca la verdad, busca que no me escape, es una cosa curiosísima, es una gran paradoja. El Ministerio Público, funcionarios del Estado, cuyo único objetivo es que no me escape”. A la una del mediodía y en un despacho de abogados en pleno centro de la ciudad reaparecía el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps, que denuncia ser víctima de una “persecución” por parte de la Fiscalía Anticorrupción y de jueces “socialistas”.
Camps convocaba este sábado a varios medios de comunicación para hacer una declaración después de que el Juzgado de Instrucción número 5 de València haya ordenado el sobreseimiento provisional de la causa abierta contra él y varios cargos del Ejecutivo que dirigía por presuntas irregularidades en las contrataciones de la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias (FVEMF) para la visita del Papa Benedicto XVI a la ciudad en 2006.
El expresidente popular ha denunciado que lleva “doce años imputado ininterrumpidamente” en nueve causas a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, de las que quedan dos abiertas, según ha recordado, y en resto queda absuelto o son archivadas. “Es de novela negra, negrísima y una parte de la novela también algo rosa”, ironizaba. El expresidente ha desgranado las nueve causas y ha destacado que cuatro son “como consecuencia del pacto de Ricardo Costa y Álvaro Pérez con la Fiscalía Anticorrupción en su correspondiente juicio en Madrid sobre la pretendida financiación irregular del PP”, en los que estos han “variado completamente su argumentación y su relato”.
Camps sitúa como “origen intelectual” de sus investigaciones las “conversaciones de Villarejo, Dolores Delgado, Baltasar Garzón, todos siendo felices y tomando vino” y considera que “esto no pasa ni en Cuba ni en Corea del Norte ni en Venezuela, que son grandes dictaduras”, además de poner en duda el estado de derecho. “”Al final estas cuestiones son las que hacen quebrar el estado de derecho. En mi caso el estado de derecho está quebradísimo y, desde luego, yo me iré hasta el final“, ha indicado, para asegurar que se defenderá en los tribunales de las acusaciones.
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