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El expresidente socialista de la Diputación de Valencia rompe la baraja y propone a su representante para presidir la única institución de izquierdas

El expresidente socialista de la Diputación de Valencia pone al que fuera su partido entre la espada y la pared. El alcalde de Ontinyent Jorge Rodríguez, líder de Ens Uneix, rompe la baraja y anuncia que su única representante en la corporación provincial, Natàlia Enguix, se votará a sí misma para romper el empate técnico entre bloques. El PP y Vox suman 15 diputados, los mismos que PSPV y Compromís, por lo que esta fuerza comarcal es la que tiene la llave de la Diputación, la única institución que la izquierda puede conservar en la Comunitat Valenciana.

Tras varias semanas de negociación, el dirigente, que fue expulsado del PSPV tras su detención en el caso Alquería, del que ha sido absuelto, ha comunicado este jueves su decisión y emplaza a los socialistas y los valencianistas a votar a su candidata, Natàlia Enguix. Rodríguez considera que Enguix es la dirigente “progresista” que debe encabezar la corporación provincial y desbloquear la situación: si las formaciones “de verdad tienen conciencia de que es importante que PP y Vox no lleguen a las instituciones” pueden dar su apoyo a una persona “de izquierdas y progresistas” como ella.

Durante las negociaciones el partido comarcal ha exigido una batería de inversiones concretas para La Vall d'Albaida tanto al PP como a los socialistas; también ha reclamado alguna vicepresidencia, según apuntan fuentes de la negociación, y tener competencias en el gobierno supramunicipal. A su vez, Rodríguez había indicado que su línea roja era gobernar con la extrema derecha, una cuestión que a priori hacía imposible un gobierno de derechas en la Diputación. “Hemos dicho siempre que para nosotros había dos líneas básicas: los intereses de Ontinyent y de la Vall d'Albaida y hacer lo que estuviera en nuestras manos para impedir un gobierno con Vox en la Diputación”, ha expuesto.

Sobre la posibilidad de un acuerdo con la formación conservadora, ha indicado que para la mayoría absoluta requerida en primera votación “serían necesarios 17 votos” y así es “imprescindible unir los votos de PP, Vox y Ens Uneix”, algo que ha considerado “absolutamente inasumible” para el partido que lidera. Preguntado por la salida ante un posible empate ha respondido que “habrá que ver cuál es la solución”. “No se sabe si una moneda al aire o si el partido con más votos de la ciudadanía”, ha indicado, además de señalar que la ley lo tiene recogido. El reglamento apunta a que gobernaría la lista más votada en caso de no haber una mayoría suficiente. Con ello, sin acuerdo entre las fuerzas de izquierdas, la Diputación sería para el PP.

Hasta la fecha las negociaciones se habían planteado siguiendo la representación de cada partido: Carlos Fernández Bielsa, del PSPV, como presidente, con un pacto con Compromís como segunda fuerza y Ens Uneix. Sobre un gobierno liderado por el socialista, ha apuntado que “dificultaría mucho la relación” de la institución provincial con la Generalitat“, que estará liderada por el PP en coalición con Vox, y ha añadido que le genera ”muchas dudas“ saber si cuando habla con el PSPV lo hace ”realmente con quien tiene voz y capacidad de compromiso“ en ese partido, en referencia a la disputa entre Bielsa y el secretario general, Ximo Puig.

El dirigente ha cargado duramente contra su expartido y sus dirigentes, afeando algunas intervenciones a Rebeca Torró o Diana Morant. “Todos los esfuerzos de Bielsa y de su equipo negociador no han podido llegar a buen puerto porque la Ejecutiva de la Comunitat Valenciana no quiere que sea presidente. Por tanto, no sabemos hasta qué punto Bielsa puede mantener los compromisos que asuma con la comarca” ya que “parece que no cuenta con el apoyo del partido”, ha insistido, acusando a la dirección de Puig de “poner palos en las ruedas” al acuerdo. “Lo lamento profundamente por Carlos Fernández Bielsa y por su equipo negociador, que ha hecho todo lo que estaba en su mano por ganarse nuestra confianza, pero es imposible poder creer en la palabra de un candidato al que su partido desdice y ningunea”, ha añadido el dirigente, muy molesto con la dirección del partido socialista valenciano.

PSPV y Compromís no tiran la toalla

Ante el órdago de Ens Uneix, los negociadores de PSPV y Compromís mantienen su posición de seguir con las negociaciones. El entorno del alcalde de Mislata, el representante socialista más votado en el 28M, confía en seguir negociando “hasta el último momento” para lograr un “pacto de progreso” en la Corporación provincial. “Nosotros seguimos con la intención de convencerles de que una Diputación progresista es lo mejor”, apuntan los socialistas, que recuerdan que hasta el día 14, cuando se constituirá la Diputación, hay tiempo para negociar.

Por su parte, Compromís, que cuenta con tres diputados, se ha ofrecido a mediar entre socialistas y Ens Uneix “si así lo consideran” y ha asegurado que continuará trabajando “hasta el último momento” para conformar en la Diputación de Valencia un “espacio de progreso y respeto mutuo”.