El presidente del comité de empresa de Radio Televisión Valenciana (RTVV), Vicent Mifsud, mantiene que tras el cierre de la empresa “se esconde también un intento de ocultar la corrupción porque mientras despiden a los trabajadores, se mantiene el secreto de sumario de la investigación que hizo hace sólo unas semanas la Policía en esta casa por el saqueo de dinero durante la visita del Papa a Valencia y el desvío de fondos a la trama Gürtel”.
En declaraciones a los periodistas a su salida de las instalaciones del Centro de Producción de Programas de Burjassot, donde se ha puesto fin a 24 años de emisiones a las 12.19 horas de este viernes 29 de noviembre, ha emplazado a “esperar unas semanas para conocer la verdad”, al considerar que “posiblemente, detrás de esa resolución, encontraremos más razones sobre el cierre de Canal 9 y Ràdio 9 que las esgrimidas por el Gobierno de Alberto Fabra”.
Recibido entre aplausos, abrazos y lágrimas, Mifsud ha indicado que continúan siendo trabajadores de RTVV y que, de hecho, el Consell, “que aduce que no tiene dinero para pagar las nóminas de los trabajadores cuando trabajan, ahora decide pagar las nóminas a 1.600 trabajadores por no trabajar”, al estar ahora en situación de permiso laboral retribuido. “Eso es una cantidad de dinero ingente, que el Gobierno ha decidido ahora dilapidar abundantemente”, reprueba.
El presidente del comité, que continúa con posibilidad de acceder a las instalaciones de la empresa al igual que “un centenar de personas de departamentos técnicos y de áreas no de prestación de radio y televisión, ya que lo que no querían era que se produjese radio y televisión”, recalca que “han conseguido cerrar las emisiones, pero lo van a pagar caro en votos y en apoyo social”.
A su juicio, “cuando alguien puede explicar una decisión, lo hace a la luz del día y se enfrenta a cualquier pregunta, no se esconde con reuniones de urgencia, de noche, ni aprueba decretos de urgencia a las 2 horas ni establece el régimen laboral de los trabajadores por correos electrónicos a las 3 horas”.
Desde el comité, asegura tener la “conciencia tranquila” tras haber planteado propuestas para que RTVV “fuera más barata que lo que cuesta cerrarla en estos momentos” y, tras “muchas horas sin dormir”, avanza “futuras acciones” cuando puedan “descansar para reflexionar con la mente clara y lucidez”.
Al respecto, la vicepresidenta de este organismo, Salut Alcover, ha tildado de “vergüenza golpista” el fin de las emisiones llevado a cabo por un gobierno que ·no merece que le llamen democrático“, y sentenciaba que ”estos 'moniatos' no pueden seguir ni un minuto más al frente de la Generalitat Valenciana“.
Preguntada por próximas iniciativas, ha replicado que “nos vamos a hartar de presentar demandas porque no sé cuántos artículos de cuántos códigos y de cuántos estatutos de trabajadores se han cargado estas personas”.
Fundido a negro del Consell
Además, Alcover ha insistido en que “el comité, que ha luchado por los 952 trabajadores afectados por el ERE, ahora luchará por los 1.600 trabajadores que se quedan sin trabajo”, a lo que agrega que “a ver si lo que se ha fundido a negro no es RTVV, sino el Gobierno de Fabra”.
Por su parte, Reis Juan, que accedió a la empresa en 1989 y había sido afectada por el ERE, ha calificado de “tremenda y dura” la noche y el desalojo vivido en el recinto de la televisión valenciana. “No sé cómo se habrá vivido desde fuera pero, desde dentro, ha sido 'Franco vive, no ha muerto como nos han hecho creer durante mucho tiempo'”, ha indicado a Europa Press.
Según explica con lágrimas en los ojos, mientras los trabajadores permanecían reunidos en la sede de la televisión ubicada esperando el cierre, la orden ha llegado vía policía autonómica, que es la que ha trasladado a la Nacional la decisión al ser ésta el cuerpo al que compete la actuación.
“Como un golpe de estado”
Juan ha señalado que los agentes “han sido muy respetuosos y se les veía muy afectados” y que los trabajadores han mantenido una “resistencia pasiva”, los que se concentraban en el control central se han trasladado al plató donde se “estaba matando la emisión” y desde allí han visto “cómo la mataban en presencia policial, como un golpe de Estado”.