Fiscalía ha pedido la inhabilitación para empleo o cargo público de Ana Brugger, la que en su día fue jefa de funcionarios con el PP en la Generalitat, por un tiempo de 3 años además de una multa de 20.000 euros por dar las respuestas del examen de una oposición a una amiga, según fuentes judiciales.
Brugger es actualmente funcionaria adscrita a la Dirección General de Función Pública, mientras que la amiga, María Gonzálbez, es actualmente asesora del grupo parlamentario de Vox en las Corts Valencianes. Para esta última Fiscalía pide una inhabilitación de 1 año y una multa de 10.000 euros. Además la fiscalía pide que ambas asuman los costes del proceso judicial.
Los hechos, denunciados por el sindicato CGT, tuvieron lugar el 10 de marzo de 2018 cuando Brugger, que formaba parte del grupo de funcionarios designados para vigilar el correcto funcionamiento de la prueba que se hacía en la Universitat de València, fue sorprendida cometiendo la irregularidad.
Según las fuentes judiciales el escrito de Fiscalía señala que “tras ser anunciados los temas a contestar, la acusada (Brugger) ocupó una silla al final del aula, donde comenzó a consultar su teléfono móvil y a escribir las respuestas a uno de dichos temas en varios folios de los repartidos a los opositores, en lugar de ejercer la labor de vigilancia encomendada”.
Sigue el mismo escrito señalando que “seguidamente la acusada Ana María Brugger se aproximó a la opositora y también acusada María Gonzálbez (...), quien mantenía con aquella una relación de amistad, actuando ambas con el común acuerdo de procurar que eta última aprobara el examen de forma irregular (...), depositando Ana María en su mesa los indicados folios con las respuestas escritas de su puño y letra, valiéndose de información que obtuvo por razón de su cargo de funcionaria en el el ejercicio concreto de vigilancia en tales pruebas”.
Concluye finalmente el documento que “la actuación descrita fue advertida por otras dos funcionarias que vigilaban igualmente el examen, dirigiéndose estas acto seguido a la mesa ocupada por María Gonzálbez Bernad e interviniendo en su poder las hojas escritas por la funcionaria Ana María Brugger que la referida opositora ocultaba debajo de otro bloque de hojas en blanco, y de las que finalmente no llegó a hacer el uso proyectado”.