“Espero que mi visibilidad como persona LGTBI haya podido ayudar a que ellas sientan que las instituciones son también suyas”. Así anunciaba su marcha el portavoz de Compromís en las Corts Valencianes, Fran Ferri, a sus compañeros del partido este viernes. Arropado por los suyos y con el calor de un largo aplauso se despedía el que ha sido portavoz de Compromís los últimos seis años y diputado en el parlamento autonómico los últimos once.
El todavía representante, que dejará el grupo parlamentario en unas semanas, se mantendrá en la dirección de la coalición, que compatibilizará con su trabajo como ingeniero en su antigua empresa. Ferri compaginó sus primeros años como diputado con su trabajo hasta que la portavocía del grupo le forzó a pedir una excedencia, coincidiendo con la entrada de su formación en el Gobierno autónomico. “Los que venimos del activismo sabemos que la política no se puede dejar; lo personal es político”, ha subrayado el dirigente.
La salida de Ferri aboca al grupo a una crisis interna en el inicio del curso político, una vez superado el debate de presupuestos que arranca este lunes. Los parlamentarios presentes en la comparecencia quitaban hierro al asunto, apelando a la capacidad del grupo para llegar a acuerdos y organizar una sucesión tranquila. Ninguno de los presentes quiso apuntar nombres, aunque fuera de la sede ya se dibujaban posibles escenarios.
Los complicados equilibrios en la formación para cumplir con las cuotas territoriales y de formaciones políticas dificultan la elección de su sucesor. Ferri milita en Més Compromís, antiguo Bloc, como los parlamentarios Josep Nadal, Nathalie Torres, Papi Robles y Mónica Álvaro, además del conseller de Educación, Vicent Marzá. Ambos son los rostros de la llamada renovación generacional del antiguo Bloc, rebautizado en el último congreso. Cabe esperar que la coalición sitúe a un integrante de la misma rama como portavoz, dada su mayoría en el grupo.
El futuro del conseller de Educación también ha sido fuente de elucubraciones. Algunos en su partido quieren situarlo como sucesor de Mónica Oltra en Compromís para las próximas elecciones, para lo que la portavocía sería un buen trampolín. Le avalan su soltura en sus intervenciones y las mediáticas respuestas a la derecha y a la extrema derecha. La salida de Ferri podría ser una puerta para Marzá, que tendría otra fuente de visibilidad en el último año antes de las elecciones. Sin embargo, esta opción le dejaría en la tesitura de o bien renunciar a la conselleria, una de las banderas de la gestión de Compromís, que abriría una crisis de Gobierno que Ximo Puig espera, o compatibilizar ambas responsabilidades.
Otro de los nombres que llena las quinielas es el de la diputada Papi Robles. Elegida recientemente secretaría general en Valencia, es una persona de máxima confianza de Marzà. Su tono combativo es una buena arma electoral tanto contra la derecha parlamentaria -sus expresiones recuerdan al Compromis de la oposición que cargaba contra la corrupción del PP-, como para frenar las tentaciones del PSPV, con la batalla por la ampliación del puerto como máximo exponente.
Ferri entró en 2011 en el parlamento valenciano como número 4 por Valencia, cuando la coalición comenzó a despegar electoralmente. En 2015, con el cambio de Gobierno, fue nombrado portavoz en las Corts Valencianes. Activista LGTBI, siempre ha aprovechado sus intervenciones parlamentarias para reclamar un avance en los derechos del colectivo y criticar el discurso de odio de la derecha y la extrema derecha. Desde la oposición, centró su actividad en denunciar la corrupción y “construir la alternativa del pacto del Botánico”, que, remarcó “hemos de cuidar”. La salida del parlamentario deja a Compromís sin una figura de representación institucional y uno de sus parlamentarios más activos y con mayor proyección. Con todo, confía en que el partido tiene valores suficientes para elegir a un nuevo portavoz.