Gerardo Camps ha protagonizado otro caso de derroche de dinero público durante su etapa conseller de Economia de la Generlaitat Valenciana. Tras conocerse el caso de las facturas por comilonas a cargo del erario público, ahora se ha sabido que el responsable de las cuentas de Francisco Camps alquiló un coche de lujo con chófer privado con dinero público, coche que se alquiló por cuatro días para asistir fundamentalmente a reuniones del PP y a uno como conseller (un Consejo de Política Fiscal y Financiera), tiempo durante el que también se desplazó a València, pero manteniendo el alquiler en Madrid.
Según avanzaban este fin de semana el periódico Levante-EMV y la Cadena SER, los gastos del alquiler entre el 10 y 13 de septiembre de 2007 superaron los 1.000 euros, y en la documentación solicitada por el diputado socialista José Muñoz, aparece que en este alquiler se pidió un “coche de alta gama con conductor”, inicialmente Audi A-6, aunque finalmente habría sido un Mercedes el vehículo utilizado. Con este alquiler de coche de lujo Gerardo Camps descartaba usar la flota de coches de la Generalitat (formada por Ford Mondeo), así como también hacer uso del taxi por la capital. Finalmente la factura incluyó 26 horas de servicio del chófer, con sus cuatro dietas de comida y 500 kilómetros de rodaje.
Respuesta del exconseller
Respuesta del exconsellerTras conocerse estos dispendios a cargo de las arcas públicas Gerardo Camps ha criticado, en declaraciones a la Cadena SER, que el gobierno de la Generalitat esté más empeñado en buscar facturas antiguas que en pagar las actuales. Además advierte de que no descarta ampliar a los socialistas -que ven en este un caso de malversación de caudales públicos- la querella que ya interpuso contra la vicepresidenta Mónica Oltra, porque los gastos están intervenidos.
Camps apunta que no recuerda su agenda de hace casi 10 años, y ha querido dar la vuelta a la situación, asegurando que era normal ir a actos como cargo público, y aprovechar para asistir a alguno de partido. Además añade que era normal entonces la práctica de alquilar un coche en la capital para no desplazarse en vehículo oficial desde València, atendiendo siempre a motivos de seguridad y con el criterio del ahorro de gasto.