El Gobierno valenciano de PP y Vox amplía la rebaja de impuestos y elimina los mínimos de patrimonio para beneficiar las donaciones

El beneficio fiscal para las clases altas en el que trabaja el Gobierno valenciano de PP y Vox no se limita solo a la bonificación del impuesto de sucesiones. La ley que tramita el parlamento autonómico a propuesta del Consell de Carlos Mazón, que reduce la cuantía a pagar en las grandes herencias bonificándolas al 99%, también conlleva beneficios para las transmisiones inter vivos, las llamadas donaciones, por las que este año se han recaudado 39,2 millones de euros.

Las modificaciones legislativas que han llegado a las Corts Valencianes implican eliminar el techo de patrimonio para optar a la rebaja fiscal y amplían el grado de parentesco. Hasta la fecha, la reducción de la base liquidable en 100.000 euros afectaba a los parientes (hijos, nietos o abuelos) que no tuvieran un patrimonio preexistente superior a 600.000 euros. El proyecto de ley elimina esa limitación para todos los grados de parentesco.

La segunda modificación afecta a quienes pueden optar a esta reducción. En la actualidad se limitaba a hijos, nietos o abuelos -siempre que el progenitor hubiera fallecido con anterioridad-. Con la modificación legislativa se incorpora al cónyuge como beneficiario y se elimina el requisito de la premoriencia para las transmisiones de nietos a abuelos. Es decir: en una pareja, cualquiera de los miembros puede realizar una donación al otro y descontar de esa cuantía 100.000 euros en la base para liquidar impuestos.

El proyecto de ley remitido a las Corts para su debate y aprobación, que cuenta con el apoyo de los conservadores y la ultraderecha, también elimina varias cláusulas que vigilan las donaciones en cadena, como advierte la Agencia Tributaria Valenciana. El informe del organismo autonómico, que acompaña al proyecto de ley, advierte que “se suprime la norma específica relativa a que a los efectos de los citados límites de reducción se tendrá en cuenta la totalidad de las adquisiciones lucrativas inter vivos provenientes del mismo donante, efectuadas en los cinco años inmediatamente anteriores al momento del devengo” y que “se eliminan las cláusulas antielusión para evitar la aplicación efectiva del beneficio entre parientes más allá de los padres o de los hijos, mediante una sucesión en cadena de donaciones entre padres e hijos en un corto periodo de tiempo”; es decir, un fraccionamiento de la donación para beneficiarse de estos límites.

La Agencia Tributaria advierte que “no se considera conveniente la eliminación de la acumulación temporal de las donaciones entre los mismos donantes y donatarios” para calcular los límites de reducción, porque “estaba establecida para evitar que las donaciones a una misma persona en un corto espacio de tiempo se hagan por lotes de actos individuales de valor inferior al límite de la reducción, con la finalidad o el resultado práctico de eludir tales límites”. Además, especifica que la amplicación de las reducciones a los cónyuges y la eliminación de las restricciones de patrimonio “reduce sustancialmente la aplicación práctica de las relgas antielusión” y que “la supresión total de las mismas podría permitir, mediante donaciones sucesivas entre padres e hijos, o viceversa, en cortos periodos de tiempo, la aplicación del beneficio entre parientes en línea directa más allá del segundo grado (bisnietos, bisabuelos y sucesivos), e incluso entre parientes colaterales”. La Agencia matiza que existe una fórmula para resolver el conflicto en la ley general tributaria, pero se trata “de un procedimiento de difícil consecución exitosa en la práctica”.

Después del informe, el proyecto de ley volvió a recuperar el artículo que especifica que se deben tener en cuenta las “adquisiciones lucrativas inter vivos” en los cinco años previos por el mismo donante, pero elimina casi una página referente a las “transmisiones lucrativas inter vivos realizadas a favor de un mismo donatario”, las cláusulas que evitan las donaciones en cadena.

La Conselleria de Hacienda justifica estas medidas, que acompañan a las bonificaciones de las herencias, en que el impuesto “condiciona o limita el comportamiento de las personas contribuyentes en cuestiones como el ahorro o la inversión” y que las renta sya han tributado previamente, según consta en el texto remitido a las Corts. La titular de Hacienda, Ruth Merino apuntó en el Parlamento que desde que han realizado el anuncio los colegios oficiales les trasladan que hay más consultas sobre las donaciones. El impacto estimado de la medida oscila entre los 166 y los 230 millones de euros según el Consell, aunque la estimación de recaudación por el global del impuesto es de 350 millones de euros en 2023. A ello hay que añadir una rebaja en el impuesto de transmisiones patrimoniales -que grava la compra de vivienda de segunda mano- que tendrá un impacto de unos 20 millones de euros.