Igual que el famoso monólogo del humorista Miguel Gila en el que narraba como detenía a Jack el destripador a través de indirectas, el PP valenciano usa la misma táctica para hacer dimitir a sus diputados imputados. Este es el caso del exconcejal de San Antonio de Benagéber, Felipe del Baño, imputado por un presunto delito de prevaricación administrativa, y que debería tomar posesión de su escaño la próxima semana tras la renuncia de Juan Cotino.
La portavoz del Consell, María José Catalá, fue preguntada este viernes por la situación a la que se enfrentaría el PP con la entrada de un diputado imputado y evitó mantener una posición inequívoca. “Todos conocen las líneas rojas del President Fabra”, esta era la frase más repetida por la consellera, era la frase que pronunciaba cuando se le preguntaba si el PP iba a pedirle la renuncia a del Baño, pero esta contestaba que “tiene un acta de diputado propia, a la que debe renunciar expresamente si así lo desea”.
Pero la confusión no quedaba aquí, preguntada Catalá por si el Consell consideraba la imputación por presunta prevaricación administrativa de del Baño como una imputación por corrupción, la portavoz de la Generalitat explicaba que “tiene una imputación por cuestiones administrativas propias de su gestión como concejal” en el Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber. De esta vforma diferenciaba que “no es lo mismo una imputación por un asunto que se puede identificar como corrupción que con una prevaricación en el ámbito administrativo”.
En este momento, ante la ambigüedad mostrada por Catalá, la consellera volvió a ser preguntada por si no consideraba esta una imputación suficiente como para que del Baño tenga que renunciar a su acta de diputado. La contestación, la sabida: “Todos conocen las líneas rojas del President”, de aquí a volver a decir que el acte le pertenece al diputado y nuevamente volvía a quitar hierro a la imputación.
La Generalitat de este modo no dejó claro si el diputado Felipe del Baño renunciará al acta, dado que no calificaba de corrupción su imputación, pero a la vez señalaba que las “líneas rojas” son claras. Hará falta esperar a la próxima semana para saber si del Baño toma posesión de su acta de diputado o si renuncia, si lo hace el siguiente de la lista es el alcalde de Enguera, Santiago Arévalo, también imputado también de prevaricación.