El vicesecretario general del PSPV-PSOE, Manuel Mata, ha señalado que en este partido “ya no hay familias que quieran persistir aniquilando a otras familias, sino al revés”, y a su juicio se ha superado la época en la que “había quien pensaba que perjudicando al compañero le podía ir bien”.
“El cainismo siempre nos ha llevado a una derrota y, en cambio, al oír otras voces y ser receptivos unos con otros nos ha ido mejor, y en eso estamos”, indica Mata, quien señala que, aunque la política se hace con la gente con la que uno tiene afinidad, en el partido se ha entendido que “si a alguien le va bien, a todos los demás” también.
Considera que la vida interna del PSPV en esos momentos es “de normalidad crítica”, pues se ha “asumido” que se tienen unas cotas de poder “altísimas” en diputaciones, ayuntamientos y la Generalitat con un resultado electoral que “no fue bueno”, por lo que queda “muchísimo margen de mejora, y eso aglutina y hermana a la militancia”.
Sobre la polémica entre el PSPV y el PSOE por el censo para las primarias locales y comarcales del pasado fin de semana, afirma que “pelillos a la mar”, pues aunque “estas cosas son desafortunadas” ha acabado “bastante bien”.
Insiste en que las relaciones entre ambas direcciones del partido están “muy bien”, y si en el pasado existió “alguna discordancia” entre Ximo Puig y Pedro Sánchez se ha superado y en la actualidad hay “una gran coincidencia en los asuntos de Estado y en las políticas del día a día”.
El vicesecretario general del PSPV considera que el resultado de las primarias en la ciudad de València, que ganó la teniente de alcalde y portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez, por un 56,1 %, permiten “ver el futuro con cierto optimismo”.
Preguntado sobre si la nueva secretaria del partido en la ciudad de València debería ser la candidata a la alcaldía, Mata destaca que el partido, tanto a nivel federal como en la Comunitat Valenciana, va a trabajar para que haya unas primarias abiertas, que es una manera que “conectar con el electorado directamente”.
La nueva radiotelevisión
Por otra parte, sobre la puesta en marcha de la nueva radiotelevisión pública valenciana, señala a EFE que “es mucho más difícil resetear una televisión que fue aniquilada” como RTVV “que empezarla de nuevo”, y recuerda que cuando RTVV arrancó en 1989 había un equipo de gente trabajando en ello dos años y medio, el mismo tiempo que ahora.
Admite que “cuesta entender” que en las bolsas de trabajo temporales de À Punt haya una presencia “aplastante” de extrabajadores de RTVV, pero opina que esto “a lo mejor sirve” para que el consejo rector de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación, órgano independiente al que “nadie puede condicionar”, “tome decisiones” sobre las contrataciones definitivas.