Alberto Fabra comunicó al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez el cierre de Canal 9 antes que a su propia directora. Pero también lo dijo al de ABC, y a otros periódicos afines al gobierno del PP.
Así lo confirma la directora de RTVV, Rosa Vidal, en una entrevista al medio digital autonómico Valencia Plaza, quien también explica que se enteró de la noticia mientras esperaba a Fabra en el Palau de la Generalitat. Se lo dijo por teléfono un miembro de su equipo y lo ratificó consultándolo en su tableta visitando la web de El Mundo.
Cuando Fabra la recibió Vidal le dijo “ya lo he visto en El Mundo. Ya sé lo que me vas a comunicar”. Pero es más, a continuación Fabra recibió la llamada del director de un medio de comunicación valenciano, interrumpió su conversación con Vidal, y le comunicó a su interlocutor telefónico la noticia del cierre de Canal 9 en presencia de la misma directora.
Pero esta falta de sensibilidad por los trabajadores y directivos de RTVV no fue la única. Muchas han sido las quejas de que el mismo día que se conoció el cierre el vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, dio explicaciones en la Cadena SER en un programa estatal nocturno, mientras que Alberto Fabra hizo lo mismo en el programa matinal de Onda Cero el miércoles, minutos antes de hacer la rueda de prensa pública para explicar el cierre.
Desde el pasado martes hasta hoy viernes ninguno de los máximos representantes del Consell, ni Fabra ni Císcar, han ofrecido explicaciones directamente a los trabajadores sobre cuál es su situación. Únicamente el conseller de Gobernación y secretario general del PP de la Comunitat Valenciana, Serafín Castellano, (quien días antes defendía la permanencia del ente) participó en un debate en Canal 9 junto con los líderes de la oposición de PSPV, Compromís y EU.
Pero el ‘puenteo’ a RTVV para comunicar cuestiones que afectaban directamente al ente fue continuo, y este mismo jueves el beneficiado fue otro medio de comunicación conservador valenciano, Las Provincias. Fue el primero que adelantó que Fabra aprobaba el ‘decretazo’ para dar un golpe y recuperar el mando de RTVV tras la dimisión de su directora y los consejeros nombrados por el PP, y también fue el primero en anunciar el nombre del liquidador de Canal 9.
Esta situación se produjo por una relación viciada entre Rosa Vidal y el Gobierno Valenciano que la nombró para reorganizar RTVV. La directora ya denunció “injerencias” por parte del gobierno del PP, y fue la única responsable que señaló Fabra en su comparecencia. Tras todo estalló la rebelión de los trabajadores de RTVV que tomaron Canal 9 y Radio 9, con los críticos de la manipulación de 18 años del PP, junto con los trabajadores que sirvieron de correa de transmisión para el control del medio.