Vicent Marzà (Castelló de la Plana, 1983), es diputado de Compromís en las Corts Valencianes. Fue conseller de Educación, Cultura y Deporte en el Gobierno del Pacto del Botánico, donde impulsó las políticas lingüísticas que la derecha ha comenzado a revertir y las políticas culturales que Vox ha puesto en el punto de mira. Tras un proceso de primarias, ha sido elegido el representante de Compromís para las listas al Parlamento Europeo; de la mano de Sumar, será el número tres en la candidatura.
¿Por qué Bruselas?
Para representar a los valencianos en un espacio en el que podemos construir la Europa que necesitamos -que proteja los sectores productivos valencianos, los derechos, que sea feminista- y para denunciar las barbaridades que hacen PP y Vox, frenarlos cuanto antes mejor. Durante muchos años camparon a sus anchas, después comenzaron a venir las comisiones del Parlamento Europeo a denunciar los delitos urbanísticos y la corrupción.
¿Qué medidas creen que son denunciables en Europa?
No se puede reescribir la historia igualando a asesinos y victimas, no se puede construir una democracia si no es desde la justicia y la reparación. Denunciarlo en las instituciones, esa ley de discordia solo quiere ir contra las personas que lucharon contra la democracia. También esa batería legislativa contra la lengua y la falta de transparencia, era la línea de Zaplana. Y en Europa lo conocen bien.
¿Por qué decidieron ir de la mano de Sumar?
Nosotros lo que queremos es cooperar, y creemos que cuantas más fuerzas soberanistas mejor. Teniendo el mejor resultado posible, tratamos de intentar frenar el ascenso de la extrema derecha en Europa. Trabajamos por una candidatura cooperativa para multiplicar resultados, nos hubiera gustado que hubiera más gente, más proyectos alrededor del Estado. Compromís tendrá una representación propia, iremos al grupo de Los Verdes-Alianza Libre Europea, manteniendo nuestra posición: se trata de cooperar desde la estricta obediencia valenciana.
¿Qué otros hubieran querido en la lista? ¿Podemos, ERC, Bildu?
Es una opinión personal, pero me hubiera gustado una unión de todas las fuerzas de izquierdas y soberanistas, con las que compartimos al 90% el ideario. Creo que debemos abrir esa vía, aprovechando que es una circunscripción única. Creo que es momento de cooperar, no solo para cercar a la extrema derecha sino para evitar que el PSOE anuncie sin después hacer nada. Una cooperación sin subsidiariedad.
¿Dada la situación actual, con el anuncio del presidente del Gobierno, no les da temor que los socialdemócratas clásicos les coman el terreno?
Creo que el PSOE está haciendo del PSOE. Siempre ha intentado ocupar un espacio utilizando el miedo para que las personas de izquierdas voten a un PSOE que nunca actúa como izquierda y no transforma la situación. Nosotros sabemos bien qué es el lawfare, los bulos, el sistema judicial y que hay que reformar la ley mordaza. Hay mayorías suficientes para hacer políticas transformadoras. El PSOE tiene la oportunidad de hacernos caso y votar que sí a nuestras propuestas. Esperamos que no sea la enésima operación de maquillaje para no cambiar nada. Si uno quiere las medidas transformadoras, con quien puede sacarlas adelante es con nosotros. Exhortamos a la ciudadanía a apretar para que no sea un maquillaje.
Hablando de 'lawfare', ustedes saben lo que es la presión política y judicial. ¿Cómo han vivido el archivo de la causa contra Mónica Oltra?
Lo hemos vivido desde la rabia contenida. Mónica es quien más proyección mediática ha tenido, pero lo hemos sufrido todas las personas que hemos dado la cara por Compromís: alcaldes, consellers, concejales... Ha sido una persecución de la extrema derecha. Al final se ha demostrado que teníamos razón, pero hay que cambiar las estructuras del Estado, necesitamos reformas profundas, más allá de lo declarativo.
¿Cómo se concreta ese cambio? Han hecho ya algunas propuestas.
Con una reforma de las instituciones judiciales: que no se pueda paralizar la renovación del CGPJ cada vez que haya un gobierno de izquierdas, que el modelo de acceso de la judicatura sea de más fácil, no solo para las familias pudientes,. Pasa también por una reforma de los procedimientos: no puede ser que salga gratis hacer denuncias falsas o que se inicien procedimientos automáticamente, sin indicios, pruebas o documentación, y que eso haga que personas estén años sufriendo, que se elimine políticamente a alguien sin pruebas. Y pasa por una reforma de cómo se persiguen la desinformación y los bulos; no tiene sentido que se dé verosimilitud judicial a bulos que no tienen ni fundamentación periodística.
También se requieren transformaciones del modelo de Estado que aseguren no solo la representación democrática sino que la ciudadanía tenga igualdad de derechos. Eso pasa por derogar la Ley Mordaza, regular precios del alquiler, reformar el sistema laboral y pasa por una reforma valiente de las estructuras del Estado. Y hay mayoría para ello. Hacen falta menos declaraciones y menos performances.
Sobre la cuestión mediática, se aprobó hace unos meses, a instancias de la presidencia española, el reglamento de medios de comunicación que regula la transparencia en las subvenciones y la propiedad. ¿Qué les parece?
Es una norma que ayuda, avanza, enmarca mejor la función pública de los medios como generadores de opinión y el acceso a la información, pero hay que ir más allá. No puede ser que se promuevan con dinero publico empresas que se dedican a generar bulos para destruir; hay que ponerle coto. Hay que garantizar la libertad de expresión, opinión e información, pero los medios, como elementos de acción pública, deben estar acordes a la normativa, no que se dediquen a propagar bulos para desmontar la democracia. El dinero publico no puede ir a plataformas de desinformación, que no son medios de comunicación, cuyo único objetivo es desestabilizar políticamente.
Volviendo a Europa, usted se integrará con los Verdes. Respecto a la guerra en Gaza, los alemanes han mostrado posturas claramente proclives a Israel. ¿Están cómodos?
No. Nosotros tengo claro que seré el eurodiputado de Compromís, que representará los valores de Compromís y las prioridades de Compromis en todos los sentidos. Ayer se celebró el debate en Maastrcih y la representante de ALE marcó una posición distinta, los alemanes han reconsiderado la situación. Nosotros tenemos clarísimo que el genocidio en Gaza se debe parar, que la Unión Europea debe tener una posición diplomática y exterior diferente de los Estados Unidos. Y ahora no esta pasando. En Gaza hay un genocidio por parte de Israel y la posición de la UE es demasiado tímida. Creemos que hay que fortalecer Europa para ser contundentes con la defensa de los derechos humanos.
En el Parlamento tendrá que posicionarse en cuestiones como el envío de armas a Ucrania.
Es evidente que esta guerra que empezó con una invasión de Putin no acabará sin diálogo. No creo que nadie, analizando la cuestión racionalmente, crea que habrá una resolución militar o un vencedor y un vencido. Nosotros somos profundamente pacifistas, queremos una Europa cohesionada y segura, y sabemos que se necesita diálogo y negociación. No por continuar una escalada bélica se solucionará nada. Europa ha de tener una posición propia y si la tuviera habríamos avanzado más en posiciones de paz.
El eurobarómetro prevé un incremento notable de la extrema derecha. ¿Cómo lidiarán con ello?
No nos temblarán las piernas al plantarles cara cuando haga falta, como hemos hecho aquí. Iremos a plantar cara, a denunciar y evidenciar lo que hace la extrema derecha. Y a la vez, ir a la raíz de por qué crece. No es una ola, no va y viene, la actual Europa y la solución a la crisis no van a la raíz del problema. Las instituciones no se ven por la mayoría popular como parte de la solución de sus problemas, se necesita una Europa más social, que dé respuestas, que no esté al servicio de grandes multinacionales. Para ello no solo debemos denunciar a la extrema derecha, incoherente y al servicio del establishment, hay que hacer medidas concretas para coser las sociedades y mejorar las condiciones de vida de la gente. Es cuestión de legislar.
¿Qué reivindicaciones concretas planteará Compromís?
Queremos protección de los sectores productivos valencianos: nuestros labradores, pescadores y nuestra industria ante la competencia desleal, para garantizar mejores condiciones de trabajo y que las condiciones de vida sean mejores; soberanía alimentaria, energética e industrial; avanzar en el pilar de derechos europeos. No vale quedarse en la vieja idea de que Europa es solo un mercado común, debe ser un lugar de ampliación de derechos. Plantearemos medidas de reducción de la jornada laboral, mejoras salariales, ampliación de derechos LGTBI: no se puede mirar hacia otro lado cuando hay agresiones dentro de Europa. También se debe avanzar en feminismo, hay una directiva insuficiente que no activa los procesos penales, hay estados que no denuncian las violaciones familiares. Por último, avanzar a nivel de transición energética y lucha contra el cambio climático, hay que dar pasos valientes con equilibrio en el territorio y luchar contra la cultura del pelotazo.
A nivel interno, ¿Qué le parece el dato de participación en las primarias?
Para ser un contexto posterior a varias elecciones y para unas europeas, que normalmente tienen participación baja... me gustaría que fuera más alta, pero son casi 10.000 personas; es considerable y debe ayudarnos a movilizar.
En octubre Més Compromís celebra su congreso. Dejó la conselleria para fortalecer el partido. ¿Qué espera?
Me centré en las comarcas de Castelló, donde tenemos mas regidores y alcaldes, una participación más alta que en otras comarcas en las primarias, lo que implica que el partido está más vivo y cohesionado. Hay que hacer ese trabajo en otros lugares, de abajo a arriba. Además, creo que hay que reforzar la estructura de Compromís para que sea útil para la ciudadanía sin perder la esencia. Avanzamos en las negociaciones para hacer ese paso de reforzar la estructura, avanzar hacia un horizonte de participación directa del conjunto de la militancia más allá de los partidos.